Enric Castelló La Vanguradia, 04/12/2006 - 09:55 horas
Con el estreno de El perfume, aparece la reedición de la novela de Süskind
La mejor ficción que encontramos ahora en las estanterías de novedades es El perfume, del autor bávaro Patrick Süskind. El estreno de la película basada en esta obra ha llevado a las editoriales a reeditar la opera prima de Süskind, publicada por primera vez en 1985. El perfume debe ser uno de los libros más leídos de los últimos veinte años y además se han vendido 15 millones de ejemplares en todo el mundo. Quien lo lea no podrá evitar recomendarlo de inmediato a amigos y familiares. Antes de ir a ver la película, hay que leerlo.Aún no he podido ver la película, que dicen que es la producción europea más cara de los últimos años. Pero lo que sí que he hecho enseguida es adquirir una edición de bolsillo baratísima y releerlo. Se trata de una edición de baja calidad. Ahora bien, me ha permitido llenar la pulpa prensada de anotaciones sin compungirme sobre la magnitud literaria de la novela y comprobar por segunda vez su gran calidad.
El perfume es una metáfora sobre una crisis de identidad, el pánico de un ser que descubre que no tiene identidad propia y que la tiene que buscar en los demás.
Sin duda puede ser una metáfora sobre la búsqueda de identidad de todos los humanos y nuestra construcción a partir de recortes prestados de la realidad que nos rodea.
En este caso, el protagonista vive en un mundo unidimensional, solo perceptible a partir de uno de los sentidos más olvidados, el olfato. Esta la crisis desemboca en una locura, una actitud fuera de toda lógica.Jean-Baptiste Grenouille es un ser sobrenatural que tiene el don de la hipersensibilidad olfativa. Pero no sabe quien es, porque no huele a nada. Para él esto es una verdadera tragedia, equivalente a la pesadumbre que nos provocaría no tener una imagen propia. Su naturaleza obsesiva le lleva a querer encontrar una identidad a partir de la búsqueda de un olor propio y, más tarde, de un aroma irresistible, el mejor nunca conseguido, un perfume que someterá a la humanidad entera. Dadas sus dotes extraordinarias, Grenouille se convierte en el mejor perfumista conocido en la Francia del siglo dieciocho.Claves maestrasCon El perfume, Süskind dio una lección sobre novela por diversas razones. Apuntaré algunas. La primera y más notoria a mi entender es el despliegue de un virtuosismo estilístico, lexicográfico y de construcción de ambientes extraordinario. Hay un gran trabajo de documentación detrás. La novela es un ejercicio inigualable por lo que atañe a la descripción de elementos odoríferos, a las técnicas de elaboración de esencias –ya sean reales o imaginarias-, a la descripción sintética pero nítida.En segundo lugar, la obra presenta una estructura operística en tres actos (con epílogo). Es una obra maestra escrita con ritmo medido y sabio: contiene allegros y vivaces pero también momentos de moderato, especialmente en la reclusión de Grenouille. En tercer lugar, es una novela de personaje clásica, con una gran capacidad para transmitirnos una personalidad fuera de lo común, un monstruo, una deformación mental con lógicas propias, un Grenouille que hace de su virtud un arma mortal.Esta novela tiene unas cuantas curiosidades, pero al lector catalán le hará especialmente gracia la anécdota sobre la teoría fluidal de Taillade-Espinasse. La fantasía de Süskind no tiene límite. Esta teoría fundamentada por uno de los personajes, argumenta que la tierra desprende una sustancia inodora, invisible pero perjudicial para la salud hasta el punto de provocar la muerte. Taillade-Espinasse crea una terapia a base de productos que se encuentran lejos de la superficie terrestre. El perfume explica que aún hoy, a ambas partes del Pirineo, existen logias secretas, de Perpiñán a Figueras, que suben al Canigó para realizar ritos taillandistas. Thriller y fantasíaPero lo que más impacta de esta obra es quizás su capacidad para explorar diversos géneros, con incursiones en el thriller psicológico, pero también en la novela fantástica, con trazos de suspense y pasajes de ficción histórica. En este campo, es una obra innovadora ya que nos lleva de imágenes de gran plasticidad y precisión, a otras totalmente oníricas, envueltas de bálsamos y misticismo.Hay un momento en la novela de Süskind, en el cual el lector queda fascinado. Bien pasado el centenar de páginas, cuando el texto ha desplegado una sinfonía literaria en la descripción del mundo odorífero, el narrador nos dice: "En el universo interior de Grenouille no había nada, ninguna cosa, sólo el olor de las cosas. (Por esto, llamar a este universo un paisaje es de nuevo una manera de hablar, pero la única adecuada, la única posible, ya que nuestra lengua no sirve para describir el mundo de los olores)".FichaPatrick SüskindTrad. Pilar Giralt GorinaEl perfume. Historia de un asesinoEdición especial Booket (Seix Barral). Barcelona 2006. 308 páginas.
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