El viernes 25 de mayo, apareció en El Periódico una noticia soprendente: Mick Jagger se había sometido a un tratamniento brutal para alargar su pene:
"Jagger se alargó el pene con picaduras de abeja"
No contento con el tamaño de su pene, Mick Jagger decidió alargárselo. Para ello recurrió a un método natural y doloroso que consiste en cubrir el pene con una caña de bambú e insertar abejas que ataquen al miembro y lo hagan crecer con la inflamación, un rito amazónico al que el cantante de los Rolling Stones se sometió en 1981, cuando pasó varios meses en la selva de Perú.
www.elperiodico.com, 25/05/2007
Ese mismo día comenzaba en la Cuatro una serie titulada La trilogía del pene: El pene más grande del mundo (vídeo: http://www.cuatro.com/multimedia/video.html?xref=20070524ctoultpro_14.Ves&view=baja). La información promocional lo anuncia así:
Llega a Cuatro uno de los últimos éxitos televisivos en el Reino Unido: 'La trilogía del pene', tres documentales que analizan los mitos, realidades e historias que hay detrás del miembro viril masculino desde un punto de vista científico.
El miembro del que los hombres se sienten más orgullosos, del que están más acomplejados o del que siempre piden más, será ampliamente analizado en 3 entregas: "El pene perfecto", donde sabremos qué es el ideal para hombres y mujeres, "El pene más grande del mundo" en el que podremos averiguar si el tamaño importa y "El hombre que perdió su pene", centrado en el caso de John Wayne Bobbitt, un ex marine al que su mujer le seccionó el pene en un arrebato de celos. Los tres documentales han sido emitidos en la televisión británica Channel 4 consiguiendo unos magníficos datos de audiencia. La emisión de "El pene más grande del mundo" obtuvo un 21% de share, alcanzando los 2,2 millones de espectadores. Por su parte, el protagonista de "El pene perfecto" ha creado una página web que ya cuenta con más de 50.000 suscriptores.
Episodio 1: El pene más grande del mundo
El tamaño importa, lo queramos o no, la sociedad premia a los hombres mejor dotados
Viernes 25 de junio a las 00.50h
El tamaño importa, lo queramos o no, la sociedad premia a los hombres mejor dotados. Visto como un signo de suficiencia, virilidad y masculinidad, aquellos afortunados de estar bien dotados son reconocidos por ambos sexos.
Pero a veces tener un pene grande puede suponer un problema. El documental recoge el testimonio de un hombre que dice tener el pene más grande del mundo, y que afirma que este regalo de la naturaleza tiene también su lado agridulce, y expone los problemas, ya que tener dicha longitud no es algo tan deseable como parece.
Vídeo:http://www.cuatro.com/multimedia/video.html?xref=20070524ctoultpro_12.Ves&view=baja
Episodio 2: El pene perfecto
En la actualidad el pene simboliza para muchos hombres tanto el poder sexual como social
Viernes 1 de junio a las 00:10h
En la actualidad el pene simboliza para muchos hombres tanto el poder sexual como social, convirtiéndolo en muchas ocasiones en el centro de su ser. Pero el deseo por conseguir el pene perfecto, puede convertirse en obsesión.
Este documental, producido por Channel 4, muestra cómo muchos hombres, en la búsqueda de la perfección, se han alargado su miembro de manera artificial con novedosos artilugios o con operaciones quirúrgicas. El programa recoge algunos de estos casos, como el de un joven acomplejado por tener un pene muy pequeño, el de otro cuyo trabajo depende de su físico o el caso del hombre que piensa que cuanto más grande, mejor.
Episodio 3: El hombre que perdió su pene
En 1993 un acto brutal garantizó a John Wayne Bobbitt una notoriedad que nunca se habría imaginado
Viernes 8 de junio
En 1993 un acto brutal garantizó a John Wayne Bobbitt una notoriedad que nunca se habría imaginado. Después de que agrediera sexualmente a su esposa Lorena, ésta le cortó el pene con un cuchillo de cocina. Esto convertiría al antiguo marine John Bobbitt en una celebridad. El caso de John dio la vuelta al mundo, lo que le llevó a desarrollar una breve carrera como actor porno, conductor de limusina para un burdel e incluso a pasar un periodo en la cárcel, siendo su juicio uno de los que ha despertado mayor expectación televisiva de la historia.
Doce años más tarde del brutal suceso, la directora Vicky Hamburger ha realizado este reportaje para mostrar lo que le pasó al hombre con el pene más famoso del mundo. El programa cuenta con el testimonio de la autora del suceso, su ex mujer Lorena Gallo, de los abogados de ambos y del propio John Bobbitt entre otros. Además cuenta con extractos del famoso juicio, y secuencias de algunas de sus películas.
Todo ello me ha hecho pensar en Eugene Monick y su teoría sobre el falo. En su obra Phallos-símbolo sagrado de la masculinidad (Paidós, 1994), el falo es concebido como “una fuerza originadora y como elemento primordial de la psiquis masculina” (entendiendo la psiquis al modo jungiano, es decir, en el sentido griego de alma, de parte de la experiencia humana que alcanza uno desde adentro y que interactúa con el mundo exterior, sin ser en ningún caso epifenómeno de este).
Los hombres son o han de ser “falos -dice Monick- , erección, nunca penes flácidos”. La masculinidad se constituye a partir de esta experiencia primigenia, fuente de un mundo interior esencial, que no guarda relación con el mundo externo ni es un producto social. Se trata de un mundo esencial sin historia, común a todos los hombres, pero que los trasciende. Este mundo transpersonal es la fuente de la cual emana la identidad masculina.
Monick comenta que este mundo no le era completamente ignorado antes de contemplar el falo paterno, pero que fue esa experiencia la que verdaderamente se lo reveló:
“Era un mundo que de alguna manera yo sabía que existía, pero hasta esa revelación no tenía ninguna imagen tangible que encarnara mi incipiente sentido interior (...) El y yo estábamos unidos dentro de una identidad masculina que tenía sus raíces más allá de ambos”.
Monick ha atribuido al falo una “naturaleza sagrada”, porque para un hombre “el falo porta la imagen divina interior de lo masculino”. De ahí que, según este autor, se pueda explicar que la disminución de nuestra masculinidad se iguale a la pérdida del órgano sexual masculino, mientras que la consecución de la virilidad se iguale a su uso activo.
Convertido en un “símbolo religioso y psicológico”, el falo “decide por su propia cuenta cuándo y con quién entrar en acción, independientemente de las decisiones del ego de su propietario-” Presentado como uno “arquetipo en su esencia”, los “hombres no pueden –por más que deseen lo contrario- hacer que el falo obedezca al ego. El falo tiene su propia mente”.
Así, este ente divinizado y autónomo, “gobernado por su propia ley o naturaleza interior” coloca el tema del origen de la identidad masculina fuera de cualquier explicación de origen cultural y lo ubica en este mundo-interior-transpersonal. Sin embargo, si la cultura juega un papel, en la perspectiva de Monick, se trata de un papel represivo y no genético: la cultura inhibe la “conducta fálica”.
Basado en su propia experiencia señala que antes de su “revelación” en la casa paterna: “El falo estaba reprimido en las estructuras culturales de mi socialización: educación, civismo, profesión. En este mundo no hay lugar para el falo como imagen divina; no le estaba permitido participar en la vida cotidiana”.
Según él, al igual que se evade culturalmente al falo “como imagen divina”, los hombres estarían ocultando “su látigo de autoridad y poder no exponiendo su sexualidad, sus genitales”.
Aun así, existiría un deseo masculino de participar en la cofradía masculina que venera esta imagen de dios. Eso se concretaría en rituales de pasaje como los existentes en Uganda, donde: “...la circuncisión masculina era motivo de una gran celebración tribal. La circuncisión ritual era la forma en que un niño se convertía en hombre, y convenía que el joven pasase la severa prueba sin retroceder ni acobardarse”. De manera consecuente con su postura esencialista , Monick parece encontrar en estos rituales no un procedimiento social para construir la masculinidad –como muchos proponen-, sino la manifestación inequívoca de que el mundo interno necesita salir de su letargo. Otros autores, también de inspiración jungüeana, comparten la idea que existen “estructuras profundas de la psique masculina” que tienen que ser desbloqueadas por rituales tribales homosocializadores.
En este caso serían el “patriarcado” y el “feminismo”, quienes habrían contribuido a generar este bloqueo o, en otros términos, en impedir una “conexión adecuada con las energías masculinas profundas e instintivas, con los potenciales de la masculinidad madura”.
Más información en “De ritos, fugas, corazas y otros artilugios:Teorías sobre el origen del hombre o de cómo se explica la génesis de la masculinidad” de Mauricio Menjívar Ochoa, www.ts.ucr.ac.cr/~historia/cuadernos/c-25his.htm
2 comentarios:
Tener el pene mas grande da mas autoestima a muchos hombres ya que es el signo de virilidad, asi que conseguir el alargamiento del pene se ha intentado desde el inicio de los tiempos y por eso aun se sigue haciendo.
Qué interesante aquello de que la cultura del machismo y del feminismo no permiten la libre expresión de la sexualidad masculina. Lo mismo debe suceder con la mujer. ¿como hacer que nuestra conducta tienda a mejorar esa sexualidad?
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