domingo, septiembre 30, 2007

Rostros, mapa facial del sexo y morfopsicología

Una de las primeras aficiones que desarrollé fue la de dibujar rostros, aunque nunca alcancé gran pericia técnica en este cometido. Llegué a llenar los márgenes de muchas libretas con rostros que imitaban los perfiles contundentes de los héroes de los tebeos y todavía ahora alivio de este modo el aburrimiento que me producen ciertas reuniones inevitables.



Todavía era un niño cuando descubrí los autorretratos de Rembrandt, que me produjeron un fuerte impacto. Más tarde –en la adolescencia-, descubrí los retratos romanos del Museo Marés tan curiosamente familiares y, ya de adulto, las patológicas esculturas de Messerschmidt. Mi afición por el retratos me llevó a coleccionar la magnífica colección de retratos que aparecía en la última página del los fascículos de la Historia del Arte de de J. Pijoan (Salvat). Y como saben mis sufridos familiares y amigos, cuando visito un museo me quedo hipnotizado cada vez que descubro un buen retrato. No hay nada que me interpele más.

Con estos antecedentes, la publicación de una obra sobre mofopsicología, que parece seria, ha despertado mi curiosidad. Se trata de un nuevo libro de Julián Gabarre Mir, diplomado en Morfopsicología y Profesor Agregado de la Société Française de Morphosychologie, considerado uno de los mayores expertos del mundo. Reproduzco la información que he encontrado en la red sobre este autor y sus indagaciones morfopsicológicas.

Me pregunto que explicará el nuevo libro sobre el significado que atribuye a las diferencias entre los rostros masculinos y femeninos. En otra obra El rostro de Daniel McNeill (Tusquets, Historia-NF, 1999) se insiste en la importancia del mapa facial del sexo:

El cantante de ópera china Shi Peipu, que se hacía pasar por mujer en la vida real, inició en 1964 una aventura amorosa con Bernard Boursicot, un joven de veinte años, contable de la Embajada francesa en Pekín, quien no sabía nada de tal suplantación. Los esporádicos encuentros sexuales siempre se llevaban a cabo con apresuramiento, en sitios oscuros y debajo de una manta, lo cual permitía a Shi Peipu disimular sus genitales con las manos. En agosto de 1965, Shi Peipu le anunció su embarazo, aunque luego le dijo que había perdido la criatura al abortar de manera espontánea. Sin embargo, en diciembre volvía a esperar otro hijo, de cuyo nacimiento se enteró Boursicot estando en el Amazonas. Boursicot no vio a la criatura hasta 1973, y en 1982 arregló todos los documentos para que Shi Peipu y el niño viajaran a Francia. Allí las autoridades detuvieron a Boursicot y a Shi Peipu por espías, y durante el juicio Boursicot se enteró, después de veinte años, que Shi Peipu era un hombre. Estos hechos sirvieron de base al argumento de M Butterfly, que obtendría el Tony a la mejor obra teatral de 1988.


Una historia como ésta plantea todo tipo de preguntas, y una sería: ¿cómo es posible que Boursicot no viera los rasgos masculinizantes en el rostro de Shi Peipu? Por lo general, solemos reconocer de inmediato a qué sexo pertenece un rostro. Para ello usamos informaciones secundarias, como la longitud del cabello o el maquillaje, aunque apenas las necesitamos. En un experimento, los investigadores enseñaron a ciento ochenta y cinco voluntarios fotos de mujeres y de hombres afeitados, todos con el cabello oculto debajo de un gorro de baño. El 96 por ciento de los encuestados adivinó cuándo el rostro pertenecía a un hombre o a una mujer. Otros estudios han proporcionado resultados similares.

Esta habilidad es clave, ya que los rasgos faciales definen el sexo que nos atrae, y necesitamos conocerlos para perpetuar la especie. De hecho, el rostro del hombre y el de la mujer se hacen más dispares cuando llegan a la pubertad, pero en la vejez vuelven a cambiar hasta parecerse. Los genes exageran esas diferencias durante los años fértiles.

La identificación del sexo a través del rostro es de tal importancia que la evolución la ha convertido en algo automático. De ahí que pocos podamos razonar las diferencias entre el rostro de un hombre y el de una mujer. Esta facultad ha intrigado durante mucho tiempo a los científicos, pero hace sólo muy poco que han empezado a intuir sus mecanismos. Las pistas se hallan desperdigadas por todo el rostro.

En general, los hombres tienen facciones angulosas. Las cejas y el mentón sobresalen. La inclinación de la frente suele ser más pronunciada, y más profundas las cuencas de los ojos. Las mejillas son más alargadas, y la profundidad del rostro es en conjunto superior. Suelen tener más folículos en la cara, lo cual da a su cutis un aspecto más basto, sobre todo en los viejos.

Por otro lado, las mujeres tienen el rostro más pequeño, pues suele medir cuatro quintas partes de lo que mide el del hombre. Además, su aspecto es más infantil, ya que parece más ancho y los ojos mucho más grandes. Por ejemplo, los ojos de Audrey Hepburn eran sólo un poco más grandes que los de William Holden. El tejido que los rodea es más sensible a los cambios de la circulación sanguínea y se oscurece con mayor rapidez, un efecto atrayente que las mujeres intensifican con el rímel. Las pestañas son más largas y más gruesas que en el hombre. Pero las cejas son más delgadas y se vuelven ralas con la edad, mientras que las del hombre crecen densas y enmarañadas.


La nariz también ayuda a diferenciar los sexos. La nariz femenina es más pequeña, ancha y cóncava, como la de los niños pequeños. La nariz masculina es más grande y más protuberante, quizá porque el hombre necesita un sistema respiratorio más potente, desde los pulmones hasta la nariz. En un estudio que consistía en mostrar narices aisladas del resto, los encuestados identificaron mejor las narices de los hombres de frente y de perfil, y las de las mujeres en posición de tres cuartos. Los investigadores afirmaron que todas las narices tenían en cierto modo una apariencia masculina vistas de frente, y que la visión de tres cuartos revelaba mejor el caballete diferencial.
Las mujeres poseen otros rasgos indicativos. Tienen la boca más pequeña y el labio superior algo más corto. Las mejillas sobresalen más que en los hombres, debido a que su nariz es más pequeña y a la capa de tejido graso extra que las cubre.

La cara de las mujeres es más lisa que la de los hombres. Y no sólo porque sus músculos faciales son más pequeños, sino porque la grasa que los cubre los disimula mejor. Esto hace que sea más difícil detectar los movimientos faciales de menor importancia. Parece que el rostro del hombre posee una mayor movilidad, y algunos investigadores piensan que asociamos esto a la masculinidad, mientras a la feminidad asociamos la contención facial.
Pero este efecto se obtiene sólo en los movimientos superficiales, ya que de hecho las mujeres son, en conjunto, más expresivas. Su rostro responde con mayor facilidad a situaciones de una gran tensión. Aseguran que experimentan emociones más fuertes, que adecuan mejor la expresión de la cara en las fotos, y que despliegan mayor alegría y animación en las entrevistas.

No existe una prueba del papel tornasolado para diferenciar el rostro de un hombre del de una mujer. Rasgos como la longitud de la nariz o la protuberancia de las mejillas se superponen en ambos sexos, y no son determinantes. Vicki Bruce, de la Universidad de Stirling, en Escocia, enmascaró partes de un rostro y comprobó la habilidad de los encuestados para diferenciar si pertenecía a un hombre o a una mujer. «Obtienes una armoniosa degradación», explica. «Si cubres las cejas, la habilidad no desaparece. Si borras información sobre la nariz y el mentón, la habilidad sigue sin desaparecer. Es como si el sistema humano utilizara todas las piezas

Además, un estudio demostró que la gente no sólo es hábil en separar los rostros en masculinos y femeninos, sino que clasifica sin dificultad la masculinidad o feminidad de un rostro, una tarea del todo distinta. O sea, que pueden decir: «Esta cara parece de un hombre, pero sé que es de una mujer». Percibimos aspectos del patrón masculino aunque concluyamos que es femenino.

Un grupo de investigadores pretendía fusionar numerosas variables faciales en una única fórmula que distinguiera entre rostros masculinos y femeninos. Aunque lograron cierto éxito, concluyeron que la gran lección de la empresa había residido en la dificultad para obtener un sistema de medición de ese tipo.

Fuente: http://www.tusquets-editores.es/lib_ficha_prn_lectu.cfm?Id=1178

Aunque todavía tengo dudas sobre el rigor y verdadero alcance de la morfopsicología, espero que arroje luz sobre esta y otras cuestiones. De momento, no he encontrado referencias al tema de las diferencias sexuales en la entrevista y en los extractos de otras obras anteriores que aparecen a continuación. Por lo demás, creo que al menos mi psique sí queda bien descrita atendiendo a las indicaciones que reproduzco. ¿La suya?.

Entrevista

LA CARA REVELA NUETRA PERSONALIDAD

La Morfopsicología intenta abrirse paso en el mundo académico desde años. En Francia ya ha llegado a la Universidad como disciplina; en España se imparten cursos pero sólo en una escuela privada de Barcelona por Julián Gabarre Mir, diplomado en Morfopsicología y Profesor Agregado de la Société Française de Morphosychologie, estando considerado uno de los mayores expertos del mundo.

Pues bien, Julián Gabarre acaba de editar en Flumen una obra que va a permitir a quienes no dominan la lengua de Moliere introducirse por fin en una disciplina a la que cabe augurarle un futuro prometedor. La obra -El rostro y la personalidad- es un excelente manual plagado de ilustraciones explicativas que hacen realmente sencilla y amena la comprensión de los fundamentos de esta nueva ciencia. Y por tal motivo quisimos hablar con él.

-¿Qué es exactamente la Morfopsicología?

-Una disciplina que permite conocer la personalidad de cualquier persona -su inteligencia, carácter, aptitudes y actitudes- a través de la observación y el estudio de su rostro y que ayuda a conocer cuáles son sus mejores cualidades y qué otras debe potenciar.-¿Y por qué el estudio del rostro y no de todo el cuerpo?

-Porque la única parte del cuerpo que generalmente está siempre a la vista de los demás es el rostro y éste es, además, la parte morfológicamente más diferenciada del ser humano, la más delicadamente modelada, aquella en que la vida de la conciencia aflora y se refleja en él pudiendo ser observado por los demás. El rostro es, de alguna manera, la manifestación primaria del "yo".

-Vamos, que el antiguo dicho de que "la cara es el espejo del alma" ha resultado cierto...

-Sí, entendiendo alma, etimológicamente, como el psiquismo de cada persona.

-¿Desde cuándo existe como disciplina?

-El deseo de adivinar lo que se encierra en el interior del individuo, en su psique y en su mente, es tan antiguo como la humanidad. Y, en ese sentido, ya desde los tiempos prehistóricos los hombres han practicado en alguna medida una fisiognomía rudimentaria. Pero sería el doctor Louis Corman, psiquiatra e investigador francés quien, tras rechazar el dualismo de René Descartes y aproximarse a las ideas de Spinoza -para quien cuerpo y espíritu son las dos caras de una misma realidad-, crearía la disciplina de la Morfopsicología.
Obviamente, las investigaciones y estudios que le llevaron a su estructuración son complejas y resultaría difícil resumir en una breve entrevista los fundamentos científicos en los que se basa. Pero puedo asegurarle que he verificado y constatado personalmente a lo largo de 21 años sus postulados.

-Y si esta disciplina es ya tan veterana, ¿por qué no se imparte en las facultades de Psicología y Psiquiatría?
-Lo ignoro. Quizá -dice sonriendo- haya cierto recelo por parte de la clase dirigente. No resulta cómodo para nadie -pero mucho menos para los personajes públicos- que la gente pueda saber mirándoles sólo a la cara cómo es uno realmente y no cómo aparenta ser. A quien no le importa es a quien no tiene nada que ocultar.
-¿Es una ciencia de aplicación directa?-Inmediata. Supone un paso radicalmente distinto al que la Psicología tradicional nos ha acostumbrado porque, además, nos lleva siempre al origen, allí de donde surge el carácter. Permite el diagnóstico del temperamento que dirige nuestra actividad en el mundo así como el pronóstico de los procesos de adaptación activo, afectivo y del conocimiento. Formarse en ella le sería pues de gran utilidad a médicos, psicólogos, psiquiatras, periodistas, profesores, maestros, abogados, jueces, directivos de empresa, comerciales, expertos en recursos humanos...
A los profesionales de la medicina porque pueden obtener con ella una información previa del paciente privilegiada. A los psiquiatras y psicólogos clínicos porque entenderán mejor los comportamientos individuales y grupales del paciente y de su familia y porque la transferencia del paciente al terapeuta se hace más fácil y con inmediatez. A los educadores, profesores y padres porque tendrán así una herramienta de gran ayuda ya que sabrán cómo orientar la educación de cada uno de los alumnos o de sus hijos. Sabrán, por poner un ejemplo, que un niño con ojos grandes tiene mayor capacidad de asimilación que la mayoría pero también que le cuesta más concentrarse por lo que en la escuela le deberíamos poner en primera fila y al lado de otro con ojos pequeños y boca pequeña ya que éste tiene más capacidad de concentrarse y menos tendencia a hablar, sobre todo si la boca tiene poco tono.Y, por supuesto, le es útil a cualquier persona que desee potenciar sus relaciones familiares, sociales o íntimas.
-¿Y sirve para orientar profesionalmente a nuestros hijos?
-A nuestros hijos y a cualquier persona ya que, como he dicho, se pueden ver las tendencias naturales de cada individuo, conocer sus mejores cualidades y capacidades y, por consiguiente, dónde tendría mayores posibilidades de triunfar a poco que éstas se estimulen. Con lo que les ayudaremos a ser más felices. Muchas personas que me vienen a consultar sobre sus relaciones con los hijos me dicen: "Si le hubiera conocido antes habría aprendido a comprender mejor a mis hijos". En las consultas de relaciones de pareja ocurre lo mismo.
-Luego es igualmente aplicable al mundo de la empresa...
-A los expertos en recursos humanos les aporta grandes ventajas. Porque a la hora de seleccionar personal se puede detectar desde el principio si el candidato, por ejemplo, es complementario con el jefe o con el equipo que va a trabajar. En las negociaciones colectivas e individuales también es una herramienta de apoyo importante puesto que vemos si la persona es influenciable o no y en qué es influenciable, si en la cuestión mental, en la emocional o en la instintiva.
Asimismo, si sé qué predomina en cada persona -el pensamiento, los sentimientos o los instintos- también sabré cómo motivarla mejor. Algo muy útil, igualmente, en el caso de los comerciales y comerciantes ya que les hará obtener mayores ventas y sabrán fidelizar mejor a sus clientes.
-Estoy pensando en que para escoger pareja también puede ser interesante...
-Soy consciente de que una pareja de enamorados es incapaz de escuchar. La pasión es enemiga de la lucidez y es difícil que una persona a la que le atraiga otra escuche nuestro consejo. Por tanto, en estos casos aprendemos generalmente con los golpes de la vida. Pero deberíamos recordar que sentirse atraído por alguien no implica que uno piense de manera similar, que tenga los mismos gustos, inquietudes, intereses, aficiones, formación, expectativas... Además, del otro nos suele atraer inconscientemente aquello de lo que carecemos y, por tanto, la atracción se hace por los polos opuestos.
De ahí que cuando decrece la pasión suelan quedar sólo los antagonismos, que serán fuente de ruptura. Obviamente, si dos enamorados supieran algo de Morfopsicología sabrían con antelación la posible armonía o dificultad de su relación en el futuro.
Muchas personas me consultan cuál es el fallo de su relación y se sorprenden cuando les hago ser conscientes de las tendencias naturales de ambos, causa de esa desarmonía.
-¿Me puede poner un ejemplo?
-Claro. Mire, si yo soy un hombre pasivo que tiendo a la comodidad, generalmente me atraerá una mujer muy activa; y a la mujer muy activa yo le atraeré porque en mí ve la calma. Pero cuando llevemos mucho tiempo juntos yo me preocuparé menos de la conquista y tenderé a la comodidad, a estar en el sofá; sin embargo, a ella, le apetecerá -por ejemplo- ir a hacer deporte o a bailar. En suma, será ella la que tirará del carro y yo iré montado en él, lo que poco a poco irá minando nuestra convivencia existiendo una alta probabilidad de que me abandone.
Si soy un hombre poco sociable me atraerá una mujer con necesidad de protagonismo y representación pero cuando estemos casados, como yo no necesito ni me gusta ir a fiestas o actos sociales aunque a ella le fascine, ello será fuente de discusión y probablemente de ruptura. Podría seguir pero se haría interminable...
A mi consulta acuden cada vez más parejas al borde de la ruptura pero haciéndoles conscientes de sus antagonismos ha habido una comprensión más rápida y cediendo cada uno algo han hecho la relación más llevadera; pero sólo con una justa comprensión.
Hace unas semanas vino un señor con algunas fotografías de su mujer y me preguntó cuál era la causa de que no quisiera hacer el amor con él. Se trataba de un hombre con unos instintos muy potentes y un cerebro muy racional pero su zona emocional, sentimental, era prácticamente nula; o sea, la típica persona asocial. Le pregunté entonces cuántas veces había regalado flores a su mujer, cuántas veces se había sacrificado por ir a una fiesta -a él no le gustaba ir y a su mujer sí-... Y unas cuantas preguntas más por el estilo. Se quedó sin saber qué decir y tomó nota. Luego, más tranquilo, me llamó para darme las gracias ya que él no era consciente de sus carencias.
Para que un matrimonio funcione debe haber afinidades, amor y armonía sexual. Y para lograrlo es esencial que se sientan en la "misma longitud de onda". Asimismo, uno debe entender que el otro, como él mismo, necesita sus parcelas propias de autonomía.
-¿Con la Morfopsicología se puede saber si una persona, por ejemplo, es activa, impulsiva, tenaz o egoísta?
-Sí, se puede saber casi todo: su grado de inteligencia, su carácter, sus aptitudes, sus actitudes.... Se puede saber si uno es activo a nivel intelectual, afectivo o instintivo y dónde será más generoso en estos niveles. También podemos deducir el grado de sensibilidad de cada persona y cómo es su sexualidad; si es activa, imaginativa y generosa o si es receptiva, pasiva o egoísta; las tendencias naturales de fidelidad o infidelidad; qué tipo de inteligencia tiene: si es lógica, intuitiva, concreta o abstracta; si es perseverante o inconstante...
Por ejemplo, hace unas semanas recomendé a un joven de 1,75 de estatura y 130 kilos de peso para un puesto de informático (programación y gestión), un muchacho que había tenido ya muchas entrevistas y no le contrataban porque un obeso tiene tendencia a la inactividad física. Sin embargo, con la Morfopsicología observamos que a nivel mental era muy activo. Lo presentamos a la empresa y les dimos las explicaciones pertinentes ya que tienen confianza en esta disciplina y el resultado es extraordinario. Si no hubiésemos sabido Morfopsicología este hombre, por razones de estética -que hoy tanto se valoran-, no hubiera encontrado trabajo a pesar de que es un gran profesional de excelente rendimiento.
-Empieza a darme la impresión de que la Morfopsicología puede ser tildada de determinista...

-De ninguna manera: la Morfopsicología no es determinista. En el ser humano hay influencias genéticas, medioambientales, sociales, educacionales, nutricionales, afectivas... Ahora bien, si el medio ambiente nos cambia, la cara también nos cambiará; y si nuestro psiquismo cambia, nuestra cara cambiará. Eso está comprobado.
Saber Morfopsicología puede, pues, hacernos conscientes de nuestras virtudes y defectos y, conociéndolas, cambiarlas, mejorarlas o potenciarlas. Por tanto, la Morfopsicología no es sinónimo de petrificación sino de evolución, de educación de nuestra sensibilidad con vistas a una mayor adaptación al medio.
-¿Y con el libro que acaba de publicar se puede aprender Morfopsicología?
-Si una persona es paciente puede saber si la otra se mueve por el pensamiento, por los sentimientos o por los instintos, si es activa o pasiva, si es constante o inconstante y muchas cosas más. Aunque la Morfopsicología requiere perseverancia.
-¿Y cuáles son las principales características que se estudian en el rostro?
-En primer lugar, el grado de dilatación o retraimiento de la cara. En segundo lugar, la forma; es decir, lo que llamamos el modelado, que nos indica el grado de socialización y cómo son nuestros contactos; en tercer lugar, el tono; y, en cuarto, el marco y los receptores. Además, hay que estudiar el rostro dividiéndolo horizontalmente en tres partes: la superior nos habla de la cuestión cerebral, la media de la afectiva y la inferior de los instintos.
-¿Qué es un rostro "dilatado? ¿Y uno retraído?
-A grandes rasgos, un rostro dilatado es el propio de una persona gorda y uno retraído el de una persona delgada. La persona de rostro dilatado suele tener la cara ancha (a veces cuadrada) si se le mira de frente y convexa si se le observa de perfil. Asimismo, los ojos son más bien grandes, la nariz respingona, los labios carnosos y abiertos y la boca grande.
En cuanto a la persona de rostro retraído diré sólo que sus características son las opuestas. Pero hay que decir que no existe el retraído puro.
-¿Y cuántos tipos de rostro tiene establecidos la Mosfopsicología?
-El tipo de rostro o modelado puede ser, básicamente, de cuatro clases: redondo, plano, ondulado o abollado.
Las personas con el rostro redondo destacan por sus contactos suaves, fácil adaptación y buena receptividad. Pero su sensibilidad es lenta en despertar.Las de rostro plano son personas poco flexibles y es difícil el contacto inicial con ellas. La cara refleja la tensión interna.
Las de rostro ondulado son personas con un alto grado de socialización, gente con dulzura y que se esfuerza a la hora de luchar.
Por su parte, las de rostro abollado son pasionales, conflictivas y de difícil equilibrio. Suelen tener reacciones bruscas.
-¿Qué es el tono energético?
-Hace referencia al grado de vitalidad de la persona, a su actitud general ante la vida: activa o pasiva.Una persona con tono es extrovertida, activa, voluntariosa y de carácter influyente y valiente. Una átona, en cambio, denota falta de vitalidad y de actividad. Es más pasiva, introvertida, ansiosa y de mentalidad más cobarde.
Las personas con tono tienen en general rostros musculosos y firmes sin apenas grasa. Asimismo, sus órganos sensoriales -boca, nariz, ojos y oreja- suelen estar más bien expandidos.Las átonas tienen la carne blanda, fofa, falta de tensión, caída. Y los receptores dan la impresión de hundirse.
-¿Y qué es el marco? ¿Y los receptores?
-Cuando hablamos del marco nos referimos al armazón óseo (frente, sienes, pómulos, mandíbula inferior y mentón) que acolchan los músculos. Y nos informa de las energías, las capacidades, las necesidades humanas. En suma, de la vitalidad y potencia -sobre todo física- de la persona así como de su capacidad de realización. Luego, el tono energético nos dirá si ese potencial está activado o no. En cualquier caso, tanto un exceso como una carencia de tono son negativos.
Los receptores sensoriales son, obviamente, los ojos, la nariz y la boca. Y nos dicen cómo administramos las energías que tenemos y cómo es nuestra comunicación.
-Por lo que infiero, el estudio bien hecho de un rostro no es tan simple... -Ciertamente, no. Requiere conocimientos, tiempo y experiencia. Pero se aprende.
LOS ESTUDIOS DE MORFOPSICOLOGÍA
-En España, sin embargo, no está reconocida la Morfopsicología a nivel académico...
-No, aunque en la Universidad de Lille (Francia) ya se da como asignatura en la Facultad de Psicología. Nos aguarda una larga lucha pero estoy convencido de que acabará siendo reconocida. De hecho, la carrera de Psicología en España no tiene más de 40 años. La Grafología, que se admite en los tribunales, tampoco está reconocida en España. De hecho, en Italia se creó la Diplomatura Universitaria de Grafología en 1998.
Así pues, si demostramos la valía de estos estudios no tendrán más remedio que aceptarlos ya que es una herramienta muy útil que puede hacer mucho bien. Bueno, en malas manos también se puede hacer mucho daño. Por eso debe regularse.
-Y los estudios actuales, ¿qué duración tienen?
-Tres años. Hasta ahora sólo se podía Morfopsicología en Francia pero la primera promoción que ha cursado estudios en nuestro país se examinará en breve en Barcelona. Y pronto habrá cursos en Madrid. Eso sí, ya aviso que el plan de estudios es muy exigente.

FUENTE: José Antonio Campoy en Discovery Dsalud

Un experto morfosicólogo español sostiene que el rostro revela con exactitud los rasgos de la personalidad. Analizó las caras de cuatro colombianos y esto es lo que descubrió. Sólo con una foto de un rostro de frente y una de perfil, Julián Gabarre asegura poder deducir los rasgos sicológicos de una persona. Por eso a este español acuden cientos de empresas para que les ayude a escoger gerentes, empleados de confianza, futuros socios o por curiosidad, para conocerse mejor a sí mismos. Y al parecer no falla pues con este método ha elegido a cerca de 300 directivos de importantes compañías de su país, donde la morfosicología está de moda gracias a su libro El rostro y la personalidad.
En 2004, Gabarre sorprendió a la policía científica de Barcelona al determinar con base en sus fotos y con total precisión la sicología de 10 reclusos y los delitos por los cuales habían sido condenados a prisión sin conocerlos previamente: "Dos por estafa, cuatro por robos con fuerza, dos por robo con violencia y otros dos por lesiones". Un alto mando de la policía científica corroboró todos los casos y quedó tan descrestado que le expidió una certificación de esta hazaña.
"El rostro tiene un significado y revela el funcionamiento del ser y sus intercambios con el mundo exterior. Es la puerta de entrada y salida de nuestro cerebro y nuestra interioridad, de nuestras emociones y de nuestros mecanismos de racionalización, y por eso nos dice todo", dijo a SEMANA Gabarra, quien estudió en la Sociedad Francesa de Morfosicología. Esta disciplina parte de una teoría de los años 40 del siquiatra francés Louis Corman, quien asegura que "la siquis determina la forma del rostro".
Las claves del rostro.

Los pómulos anchos revelan necesidad de protagonismo, la boca y nariz grande, derroche, y nariz encorvada hacia los labios significa atracción por el dinero. "Es el sicoanálisis instantáneo", enfatiza Gabarre, cuyo exitoso libro llegará en algunos meses a Latinoamérica. Aunque la mayor parte de sus clientes buscan conseguir información privilegiada sobre los demás, el experto insiste sobre la gran utilidad de esta disciplina para el conocimiento propio. "Con la morfosicología adquirimos comprensión, seguridad, confianza y libertad. Nuestra propia cara nos informa de nuestras fortalezas y debilidades y nos señala el camino para mejorar nuestras relaciones y nuestro futuro".
Gabarre fundó una escuela de morfosicología en Barcelona que ya graduó a sus primeros 24 alumnos y además ofrece información en su página de Internet (http://www.julian-gabarre.com/). Así se ha convertido en el principal promotor en el mundo hispanoparlante de una teoría que asegura que "el rostro nunca miente".

Idealista e innovador.


“Este rostro, ligeramente retraído, tiene un tono energético global medio. Su zona dominante es la cerebral y, como los ojos están activados, la actividad mental es grande y es donde tiene los mejores recursos. Su frente se ensancha en la parte alta del rostro, lo que nos muestra que su potencial intelectual es alto, dominando la inteligencia abstracta e intuitiva, sobre la concreta que es media. Tiene la capacidad para ver y dar soluciones globales, y otros aspectos del rostro nos dicen que canaliza muy bien el pensamiento en acciones concretas, aunque al faltarle un poquito de vitalidad de base (mandíbulas de frente y de perfil), algunas de estas soluciones podrían quedarse sin plasmar y le podrían restar combatividad y determinación. El examen morfosicológico del señor Uribe nos dice que él es abierto y flexible a nivel de ideas y de planteamientos y algo idealista, con notable sentido de la innovación y espíritu de empresa. Para él es más importante ‘ser’, que ‘representar’ y ‘tener’. Su frente amplia e inclinada nos informa que es ágil en la comprensión, argumentación y rápido en elaborar la respuesta. No obstante, la vitalidad media le da muy buena capacidad para las relaciones interpersonales”.
Fuerte e intuitiva.
“De frente, este rostro es firme, enérgico y determinado, pero de perfil es más suave y receptivo, lo que nos lleva a concluir dos aspectos importantes de su personalidad: en su entorno profesional y social, muestra fuerza, determinación y lucha para conseguir sus metas.
Pero, en familia, su comportamiento es más flexible y es menos combativa. Metafóricamente podríamos decir que Shakira es más demonio fuera (hacia el exterior, hacia el mundo) y más ángel en casa. Su frente indiferenciada, sus cejas en acento circunflejo y sus ojos tónicos revelan que su tipo de inteligencia es intuitiva y concreta, con notable capacidad de observación y memoria fotográfica.
Los pómulos anchos y las mejillas de frente aplanadas nos informan que tiene una alta sensibilidad de defensa en lo sentimental, lo que significa gran dificultad para expresar sus sentimientos y emociones. Tendrá que aprender a decirle a su pareja ‘te quiero’, ‘me encantas’, etc.; de lo contrario, su pareja podría dejarla porque se podría aburrir. Shakira tiene gran necesidad de ser querida pero su afectividad es más receptiva que emisiva. También deberá aprender a ser más paciente y menos expeditiva en sus relaciones afectivas”.

Egoísta y materialista

“Este rostro, de tipo dilatado, muestra un tono energético medio. En la zona instintiva, las mandíbulas están indiferenciadas y muy carnosas, el cuello es ancho y corto y la nariz vista de perfil es algo aguileña, lo que nos informa que el instinto de adquisición es muy alto y que busca en todas sus relaciones el beneficio personal. Los ojos pequeños, la nariz estrecha y aguileña penetrando en la zona de los instintos y el labio superior fino, le convierten en un hombre nada generoso y bastante materialista que actuará con extrema dureza y de forma impositiva para conseguir sus fines. Su zona media (pómulos anchos y la nariz estrecha y aguileña) nos hablan de su gran necesidad de protagonismo y de ser querido, pero él no ofrece nada para ser querido. Por el contrario, será un hombre muy temido, por su extremada dureza”.

Obstinado y fanático

“Este rostro rectangular dilatado revela un considerable depósito de energía medio alto y que el nivel de actividad de esta persona está por encima de lo normal. Visto de perfil, la zona de los instintos en profundidad (longitud que va del mentón a la parte trasera del cuello) muestra que tiene un ‘motor de alta resistencia’ y que es muy perseverante en conseguir sus propósitos. Sin embargo, su frente abollada nos dice que a nivel de ideas es obstinado y algo fanático, y por lo tanto, poco flexible. Su lado izquierdo (pómulo) más retraído nos habla de un pasado deficitario en afectos de su entorno familiar, habiendo superado y sintiéndose más realizado y querido dentro de su entorno social y familiar actual”.


FUENTE: http://69.20.13.59/aspca/default.asp?frmSiteId=48&frmPaginaSiteId=1348&frmCOTId=4058


El rostro y la personalidad

¿Qué tiene que ver el rostro con el carácter y la personalidad? Pues ese es un dilema que ha interesado desde hace miles de años a filósofos, artistas y hombres de ciencia. Sepa que el padre de la medicina Hipócrates, estableció cuatro temperamentos básicos: sanguíneo, linfático, bilioso y nervioso, que aún se utilizan y también se les ha buscado relación con el tipo de rostro.

El arte de la lectura del rostro en China data de hace más dedos mil años y se le llama Siang Mien.

La literatura griega antigua es rica en descripciones de carácter vinculado a la fisonomía, por ejemplo, Homero en la guerra de Troya describe a sus héroes de esta forma: la magnanimidad de Héctor coincide con un aire serio, un cuerpo bien proporcionado, actitudes nobles y fieras; la cólera de Aquiles corresponde a ojos centelleantes, a rasgos viriles y vigorosos.

En Europa, durante la Edad Media y el Renacimiento hubo mucho interés por el tema. El gran Leonardo Da Vinci estudió la expresión muscular de las emociones en la cara.

Alberto Durero hasta se aventuró a establecer unos cánones de belleza, aunque basado en la mitología.

Hacia mediados de 1600, Charles Le Brun, mediante una teoría fisiognómica, intentó demostrar que existía una relación entre los rasgos del rostro, los estados anímicos que caracterizan la emoción y los movimientos de la sangre, lo cual afecta a los músculos faciales.

Algunos, incluso, han querido demostrar que las diversas tonalidades del rostro tienen que ver con las reacciones de los sentimientos.

ALGUNOS TIPOS DE ROSTROS

Mediante estudios realizados y análisis comparativos efectuados, se ha llegado a elaborar una especie de tabla de tipos de rostros. Veremos algunas características de ellos.

Los Apasionados: Los contornos del marco facial tienen mucho relieve. Se alternan los salientes que forman la mandíbula y los pómulos con los entrantes de las mejillas y las sienes. Boca bien cerrada. De temperamento conflictivo en el que predominan dos fuerzas vitales contrarias: expansión y conservación. Buena concentración e individualismo acentuado.

Los Sedentarios: Líneas alargadas dominan sobre las anchas, el rostro es largo, estrecho, boca pequeña, ojos unidos, hundidos y caídos. Pocas ganas de luchar, débiles, sedentarios. Muy sensibles y delicados. Necesidad de afecto y de principios rígidos. Distraídos.Los Impulsivos: Perfil angular con frente inclinada haciaatrás, las sienes y mejillas aplastadas, pómulos salientes, nariz prominente, boca grande y firme. Son dinámicos, audaces. Orientados hacia lo inmediato, de iniciativa, vigorosos. Falta de previsión y organización.

Los Inhibidos: Rostro estrecho, tipo triángulo u oval. Contorno huesudo y anguloso, poco carnoso. Tez pálida o aceitunada, labios apretados, fosas nasales semicerradas. Son de los que economizan vitalidad y la compensan viviendo muchos años. Poco afables y de escasa vida social, se encierran mucho en sí mismos. Individualistas e inadaptados.


Los Expansivos: Rostro redondo, ancho, líneas curvas y ángulos difuminados. Tez rosada o roja. Receptores sensoriales (ojos, nariz, boca) están abiertos indicando expansión. Ojos grandes, saltones y separados. Boca carnosa, tienen vitalidad abundante, son sociables y amables. Necesitan vida social y compañía. Impulsivos.

Los Reflexivos: Mandíbula mediana, barbilla poderosa proyectada hacia adelante. Pómulos poco salientes, nariz grande. Frente amplia, sienes aplastadas, ojos grandes, algo separados. Más estables que vivaces, ritmo reposado, dominio de si mismos. Prudentes, educados, organizados, reflexivos, método y lógica.

ROSTROS FAMOSOS

Honorato de Balzac: (El Pletórico). Tenía un contraste notable entre la parte baja del rostro (zona afectiva-instintiva y la superior, zona cerebral). Mucha corpulencia, cuello de toro, rostro ancho y carnoso, doble barbilla, mucha vitalidad física. Ojos separados y frente bien delineada. Todo refleja un tipo de expansión cerebral condominio imaginativo, facultades de observación, reflexión, intuición, pero también ardiente, apasionado, muy insertado en la vida social de su época.

Julio Verne: (Soñador). Mandíbula pesada, ángulo bien marcado, pómulos altos, ojos ligeramente hundidos, frente amplia, rostro que muestra en lo general cierta delicadeza. Muy idealista y cierta timidez, soñador, inventor y observador. Alguna incomodidad para exteriorizarse.

Mahatma Gandhi: (El Pacífico). Mucho predominio de la zona afectiva que refleja humanidad, además de sensualidad y ternura fuertes. Sienes estrechas y hundidas aportan visiones limitadas muy selectivas y dinamismo. La frente de altura moderada indica que no hay predominio de la imaginación, pero sí una elevación hacia lo espiritual.

Juan Pablo II: (El Enérgico). Su rostro es ancho y redondeado, destaca por su amplitud en la zona afectiva a nivel de los pómulos y por su firmeza en la zona instintiva con una mandíbula sólida y prominente que refleja mucho dinamismo y obstinación. Por lo contrario, la frente redonda, recta, cejas ralas, ojos y boca pequeña, indican introversión, vida interior rica, tendencia al aislamiento contemplativo. Zona cerebral amplia, temperamento que predomina la expansión cerebral.

Algún apunte más sobre el tema.

Dicen que la cara es el espejo del alma y, ciertamente, el primer contacto visual con otra persona es el que nos ofrece los datos iniciales acerca de su personalidad. Esa rápida impresión provoca actitudes tan definidas como atracción, repulsión o, simplemente, indiferencia. Son las características de la fisonomía, cuya ciencia, la Fisiognomía, desentraña.

Ya desde la antigüedad se observaron las diversas estructuras corporales que permitían reconocer ciertos caracteres definidos, así como predisposiciones a determinadas enfermedades mentales (lo que los médicos llaman temperamento). En cada rasgo físico puede hallarse una indicación del carácter, del mismo modo que cada indicación del carácter se refleja en los rasgos de la cara, en la forma de las manos, o en la escritura.

Con el estudio de las tres ciencias, Fisiognomía, o el estudio del rostro y del cuerpo; Quirología, o estudio de las manos, y Grafología o estudio de la escritura, se puede llegar a diagnosticar el carácter del individuo. Aquí nos centraremos exclusivamente en la morfopsicología de la frente, de la nariz, de los ojos y la boca.

LA CABEZA: una cabeza grande, frente pequeña triangular, indica un espíritu desprovisto de sentido. El hueso occipital comprimido, o más bien algo cóncavo, denuncia un espíritu débil, algunas veces obstinado y siempre limitado.

LA FRENTE, COBIJO DEL CEREBRO.

LA FRENTE: Tanto en la Fisiognomía antigua como en la moderna se puede juzgar por la forma y capacidad de la frente las posibilidades intelectuales de un individuo.

Cierto es que las facultades intelectivas de un ser no depende sólo de las dimensiones de su cráneo: debemos también considerar la complejidad de su cerebro, así como su cultura y su herencia genética, que también desempeñan un importante papel.

Frente ancha: nos indica grandes posibilidades de poder abarcar un número considerable de diferentes nociones. Es la frente de un ser sintético, dotado de una notable memoria, capaz de asociar ideas y extraer conclusiones. Este individuo está siempre dispuesto a examinar todas las ideas nuevas que se le presentan a fin de compararlas con las propias. Resulta fácil convencer a este individuo, siempre que se le sugieran horizontes desconocidos.

Frente estrecha: la frente estrecha corresponde a un individuo de espíritu analítico, de ideas brillantes y profundas, aunque las asocia con dificultad. Carece de orden y método, así como de habilidad manual. No se deja convencer con facilidad y, para ello, es necesario presentarle una idea nueva relacionada con los temas que le preocupen.

Frente alta: la frente alta indica el poder de transformar las sensaciones en ideas. De ello deducimos idealismo y sensualidad, serenidad del espíritu que juzga desde arriba. Con frecuencia lo vemos operando para satisfacer y ver triunfar la lógica, el ideal. Se le convence fácilmente si se emplean argumentos sólidos.


Frente baja: este individuo rechaza los pensamientos metafísicos y se siente inclinado hacia el utilitarismo. Indica voluntad, obstinación, cólera, y con mucha frecuencia, avaricia. Suele ir acompañado de un espíritu de iniciativa.


FORMAS DE LA FRENTE, VISTA DE CARA.

Ovalada: si la frente posee una forma ovalada, ello indica que se trata de un ser soñador, imaginativo, que raras veces se detiene en lo concreto; aunque este individuo se nos presente como un artista dotado de inspiración, como un poeta, su producción es escasa y obra guiándose por la intuición. Ama la independencia y es incapaz de someterse a cualquier disciplina.

Cuadrada: el individuo dotado de tal frente es un ser armonioso, juicioso, calculador y reflexivo, orientado hacia el lado práctico y positivo de las cosas. De él no podemos decir que dé rienda suelta a su imaginación y sueñe quimeras. Su carácter es duro y severo, pero demuestra poseer gran sentido del deber.

Trapezoidal (ancha en la parte superior): esta frente suele mostrar sienes abultadas; revela al artista que posee una imaginación creadora, aunque sus ideas pueden ser confusas. Si las sienes se presentan deprimidas denotan un ser con un espíritu sintético muy estrecho. Otras veces, la frente ancha y abultada en su parte superior denota un ser dotado de una tremenda mordacidad, con la que pone en ridículo a los demás.

Trapezoidal (ancha en la parte inferior): esta forma de frente nos presenta un individuo poseedor de gran habilidad manual: puede ser un técnico preciso y un fontanero mañoso. No carece de iniciativa y es un agudo observador; posee asimismo buena memoria.


LA NARIZ, CENTRO DE LA ZONA AFECTIVA.

La nariz es de gran importancia en el estudio de la fisiognomía. Se podrá efectuar con bastante exactitud el estudio psicológico de un sujeto basándose sólo en la nariz. El estudio de la nariz es también interesante por hallarse situada sobre las tres regiones de la zona afectiva.

La nariz estrictamente correcta debe tener una altura igual a la de la frente, con una ligera depresión en la raíz. Vista de perfil debe representar el tercio de su longitud. Como tal, se nos presenta de dos formas: la cóncava (o sea elevada o en trompeta) y la convexa (aguileña). Los sujetos que poseen una nariz cóncava son considerados tranquilos y sentimentales. Los que tienen una nariz convexa, se tienen al contrario por tipos nerviosos y espontáneos.

Nariz larga: la nariz larga denota un individuo con pasiones serenas, con predisposición, a veces, a la esquizofrenia, pero con una vida interior muy intensa. El sujeto poseedor de nariz larga puede desempeñar trabajos que necesitan reflexión, paciencia y perseverancia.

Nariz demasiado gruesa: denota una personalidad inclinada al egoísmo, bien en la forma sexual o en sus afectos.

Nariz pequeña: esta nariz pertenece a una persona impulsiva, impaciente, colérica, con frecuencia caprichosa. Es un ser que no analiza demasiado sus impresiones.

Nariz convexa: esta forma de nariz pertenece al ser activo, ambicioso, apasionado.


LOS OJOS, DOS VENTANAS ABIERTAS.


Los ojos se hallan situados en la división ternaria de la cara, en la región ideal de la zona afectiva; por ello podemos deducir que son importantes las indicaciones que nos dan sobre el valor de estas cualidades.

Los ojos que están situados normalmente deben presentar entre sí una separación de 31 milímetros.

Ojos de separación superior a lo normal: indica aptitud para reconocer sin esfuerzo las fisonomías, así como para estudiar las cosas concretas; optimismo debido a la satisfacción de representarse con facilidad al mundo exterior, teniendo la sensación de dominarlo.

Ojos de separación inferior a lo normal: esta posición de los ojos indica pesimismo, tristeza e inestabilidad.

Ojos saltones: indican una mente tardía en elaborar pensamientos, buena memoria para las fechas y los hechos. Si, al mismo tiempo, la conjuntiva muestra pequeños granitos de grasa, ello indica cierta debilidad intelectual y dudas morales.

Ojos hundidos: indican una disminución de la vitalidad. Suelen presentarse en el tipo nervioso, siempre alerta para su defensa, indican voluntad y tozudez, introvertido, acostumbrará ser un tipo silencioso, taciturno y melancólico. Las penalidades suelen hundir los ojos.


FORMA DE LOS OJOS.

Ojos grandes: los ojos que están bien abiertos y son armoniosos indican una propensión hacia la espiritualidad elevada, una naturaleza positiva, soñadora, poética, dada a pasiones ideales y abstractas.

Ojos demasiado grandes: indican exaltación del espíritu, así como temor intenso.

Ojos pequeños: estos ojos indican un espíritu constructivo, una naturaleza activa y emprendedora, voluntad e inquietud intelectual.


LO QUE DICE LA BOCA.

La boca ocupa las dos regiones superiores de la zona instintiva: la de la sensibilidad y la sensualidad. Podemos decir que, en conjunto, representa los instintos superiores, reflejando nuestras emociones, sentimientos y nuestros odios.

Si la boca se nos presenta dibujada armoniosamente, ello es indicio de equilibrio instintivo; mientras que una boca irregular, mal dibujada y gesticuladora, puede pertenecer a un ser dominado por las pasiones, o a una persona que ha padecido muchos sufrimientos. Existe un proverbio chino que dice: 'Mira la frente de un hombre para saber lo que será y su boca en estado de reposo para saber lo que ha sido'.


LINEA DE LA BOCA.

Línea recta: si la boca está bien dibujada, es indicio de equilibrio.

Línea con las comisuras bajas: indica pugnas entre la espiritualidad y los instintos, así como amargura y tristeza.

Línea con las comisuras elevadas: anuncian alegría, buen humor, picardía, presunción y pedantería.

Cuando la boca es un poco saliente, ello revela mal humor y del individuo que observa. La boca carnosa y saliente revela asimismo a los profesionales de la palabra que se hallan siempre dispuestos a hablar.

El labio superior más grueso que el inferior es indicio de bondad, de dulzura, pero asimismo de inteligencia ilimitada, de donde deducimos que esta forma de labio es característica del temperamento linfático. Si, al mismo tiempo, el borde del labio parece vuelto hacia atrás, podemos decir que el individuo será un sujeto ambicioso, amante de la popularidad.
Si el labio inferior es más grueso que el superior y caído, indica disminución de la vitalidad, bondad, sensualidad.


Los labios entreabiertos revelan un carácter poco combativo. Los labios gruesos denotan la materialidad del instinto sexual; los apetitos gobiernan al espíritu. Carencia de moralidad.

Cuando la boca está hacia dentro, puede ser indicio de astucia y de envidia.

Los labios cerrados, afectación, vanidad. Si los labios están apretados y crispados, revelan un carácter muy enérgico, duro. Los labios blandos denotan debilidad. Cuando apenas se distinguen las comisuras, es señal de orden y sangre fría. Los labios mordisqueados, denotan un carácter angustiado, inquieto.

Estas son algunas de las características y sus significados, que cualquiera puede evaluar con la simple observación, aunque la complejidad del ser humano seguirá siendo siempre un misterio. gracias y ya sabesi ,besos para todas y un abrazo para todos.


FUENTE. Escrito por: Casanova el 19 Ago 2007 - URL Permanente

Tambien aparece mucha información en

http://www.elmundo.es/suplementos/magazine/2006/356/1153241611.html

Finalmente otro ejemplo:

FERNANDO ALONSO OVIEDO, 29 de julio de 1981.

“Es un rostro joven en el que aún faltan por desarrollarse aspectos importantes de la personalidad que se orientarán hacia un camino u otro en función del entorno. Por la forma de su cara, se trata de una persona que tiene un carácter medianamente abierto. En el conjunto del rostro dominan la parte cerebral y la instintiva sobre la sentimental. Su frente de tipo solar (se ensancha en la parte superior) habla de una persona con una inteligencia global, muy intuitiva y con gran capacidad de síntesis. Ojos grandes y protegidos, cejas pobladas, rectas y pegadas a los ojos, las mandíbulas anchas y el mentón sobresaliente...

Este conjunto de rasgos transmite que Alonso es una persona con mucha energía y que, además, la administra equilibradamente. Posee una inteligencia abstracta, concreta e intuitiva. Tiene una destreza especial para resolver problemas aportando una solución global, estratégica y adaptada a la realidad. Los ojos, las cejas, la forma de los superciliares –los arcos óseos que están encima de las cejas– como una “quilla de barco”, y las orejas, más inclinadas en proporción a la verticalidad del rostro, informan de su rapidez a la hora de tomar decisiones y de su habilidad para simultanear la concentración con la capacidad de reacción.

Competente para hacer frente a situaciones de riesgo, en su personalidad alterna el uso del freno (autocontrol) y del acelerador (frenesí). Que su zona instintiva (la mandibular) esté en expansión, unido a un cuello muy desarrollado y a las cejas pobladas son síntomas de que la seguridad en sí mismo es alta, salvo en el terreno afectivo-sentimental y relacional (con pómulos retraídos) su punto más vulnerable.

El convencionalismo y el politiqueo no son su fuerte. No es una persona de dobleces porque su cara transmite lo mismo vista de frente (el frontal informa de su semblante social) que de perfil (que refleja su comportamiento en la intimidad). Sería un buen directivo por su pericia a la hora de resolver conflictos porque no se deja influenciar por los sentimientos y porque dedicará prácticamente todo su tiempo a que la empresa consiga sus fines.

Frente: Inteligencia global, muy intuitiva y con gran capacidad de síntesis.
Mandíbula: Denota una seguridad en sí mismo muy alta.
Pómulos: Inseguro en el terreno afectivo, sentimental y relacional.
Superciliares: Rápido a la hora de tomar decisiones y con gran capacidad de reacción.
Ojos: Tiene mucha energía y la dosifica equilibradamente.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

alonso es GAY!

Jorge dijo...

juasjuas
lo mejor el comentario...

roro dijo...

qué pavada!!!! esto es como el horóscopo pero con más pretensiones.

Anónimo dijo...

Podeis encontrar más información y otros análisis en
http://demorfopsicologia.blogspot.com/
:)

Anónimo dijo...

Me parece muy buen articulo apesar de que hay cosas meramente especulativas seria realmente interesante profundizar y llegar a una conclusion de la complejidad del ser humano por que hay gente tan idiota y tan interesante que podriamos saber como son con ver su escritura,su cara o su tono de voz a nivel criminolistico se usa para saber el perfil de los perfectos imbeciles y psicopatas como los que escriben comentarios fuera de lugar.

filoscomicfia.blogspot.com dijo...

vaya que es interesante la materia, pero siendo un metiche y pediche, habria alguna posibilidad de que pusieras imagenes que ayudasen a la comprension de las caras y los ojos , sí, puede ser molesto para quienes identifican bien las formas de las caras, pero imagina que soy nuevo en el mundo y no conozco las formas) gracias por compartir los conocimientos

Anónimo dijo...

Muy interesante aunque quizá poco científico.
En arte hablamos de las proporcines y no de los centímetros; así, los ojos no tendrían por qué tener una medida de separación de 31 milímetros, sino la misma que el tamaño de uno de ellos. Ojos pequeños, poca separación; grandes, mucha

Jurema dijo...

Hola!

Solo puedo agradecer a Don Julián Gabarre la ayuda recibida. Aun tengo el vello erizado.
Una sola visita vale por años de Psicólogos.

Saludos