Todavía era un niño cuando descubrí los autorretratos de Rembrandt, que me produjeron un fuerte impacto. Más tarde –en la adolescencia-, descubrí los retratos romanos del Museo Marés tan curiosamente familiares y, ya de adulto, las patológicas esculturas de Messerschmidt. Mi afición por el retratos me llevó a coleccionar la magnífica colección de retratos que aparecía en la última página del los fascículos de la Historia del Arte de de J. Pijoan (Salvat). Y como saben mis sufridos familiares y amigos, cuando visito un museo me quedo hipnotizado cada vez que descubro un buen retrato. No hay nada que me interpele más.
Con estos antecedentes, la publicación de una obra sobre mofopsicología, que parece seria, ha despertado mi curiosidad. Se trata de un nuevo libro de Julián Gabarre Mir, diplomado en Morfopsicología y Profesor Agregado de la Société Française de Morphosychologie, considerado uno de los mayores expertos del mundo. Reproduzco la información que he encontrado en la red sobre este autor y sus indagaciones morfopsicológicas.
Me pregunto que explicará el nuevo libro sobre el significado que atribuye a las diferencias entre los rostros masculinos y femeninos. En otra obra El rostro de Daniel McNeill (Tusquets, Historia-NF, 1999) se insiste en la importancia del mapa facial del sexo:
El cantante de ópera china Shi Peipu, que se hacía pasar por mujer en la vida real, inició en 1964 una aventura amorosa con Bernard Boursicot, un joven de veinte años, contable de la Embajada francesa en Pekín, quien no sabía nada de tal suplantación. Los esporádicos encuentros sexuales siempre se llevaban a cabo con apresuramiento, en sitios oscuros y debajo de una manta, lo cual permitía a Shi Peipu disimular sus genitales con las manos. En agosto de 1965, Shi Peipu le anunció su embarazo, aunque luego le dijo que había perdido la criatura al abortar de manera espontánea. Sin embargo, en diciembre volvía a esperar otro hijo, de cuyo nacimiento se enteró Boursicot estando en el Amazonas. Boursicot no vio a la criatura hasta 1973, y en 1982 arregló todos los documentos para que Shi Peipu y el niño viajaran a Francia. Allí las autoridades detuvieron a Boursicot y a Shi Peipu por espías, y durante el juicio Boursicot se enteró, después de veinte años, que Shi Peipu era un hombre. Estos hechos sirvieron de base al argumento de M Butterfly, que obtendría el Tony a la mejor obra teatral de 1988.
Una historia como ésta plantea todo tipo de preguntas, y una sería: ¿cómo es posible que Boursicot no viera los rasgos masculinizantes en el rostro de Shi Peipu? Por lo general, solemos reconocer de inmediato a qué sexo pertenece un rostro. Para ello usamos informaciones secundarias, como la longitud del cabello o el maquillaje, aunque apenas las necesitamos. En un experimento, los investigadores enseñaron a ciento ochenta y cinco voluntarios fotos de mujeres y de hombres afeitados, todos con el cabello oculto debajo de un gorro de baño. El 96 por ciento de los encuestados adivinó cuándo el rostro pertenecía a un hombre o a una mujer. Otros estudios han proporcionado resultados similares.
Esta habilidad es clave, ya que los rasgos faciales definen el sexo que nos atrae, y necesitamos conocerlos para perpetuar la especie. De hecho, el rostro del hombre y el de la mujer se hacen más dispares cuando llegan a la pubertad, pero en la vejez vuelven a cambiar hasta parecerse. Los genes exageran esas diferencias durante los años fértiles.
La identificación del sexo a través del rostro es de tal importancia que la evolución la ha convertido en algo automático. De ahí que pocos podamos razonar las diferencias entre el rostro de un hombre y el de una mujer. Esta facultad ha intrigado durante mucho tiempo a los científicos, pero hace sólo muy poco que han empezado a intuir sus mecanismos. Las pistas se hallan desperdigadas por todo el rostro.
En general, los hombres tienen facciones angulosas. Las cejas y el mentón sobresalen. La inclinación de la frente suele ser más pronunciada, y más profundas las cuencas de los ojos. Las mejillas son más alargadas, y la profundidad del rostro es en conjunto superior. Suelen tener más folículos en la cara, lo cual da a su cutis un aspecto más basto, sobre todo en los viejos.
Por otro lado, las mujeres tienen el rostro más pequeño, pues suele medir cuatro quintas partes de lo que mide el del hombre. Además, su aspecto es más infantil, ya que parece más ancho y los ojos mucho más grandes. Por ejemplo, los ojos de Audrey Hepburn eran sólo un poco más grandes que los de William Holden. El tejido que los rodea es más sensible a los cambios de la circulación sanguínea y se oscurece con mayor rapidez, un efecto atrayente que las mujeres intensifican con el rímel. Las pestañas son más largas y más gruesas que en el hombre. Pero las cejas son más delgadas y se vuelven ralas con la edad, mientras que las del hombre crecen densas y enmarañadas.
La nariz también ayuda a diferenciar los sexos. La nariz femenina es más pequeña, ancha y cóncava, como la de los niños pequeños. La nariz masculina es más grande y más protuberante, quizá porque el hombre necesita un sistema respiratorio más potente, desde los pulmones hasta la nariz. En un estudio que consistía en mostrar narices aisladas del resto, los encuestados identificaron mejor las narices de los hombres de frente y de perfil, y las de las mujeres en posición de tres cuartos. Los investigadores afirmaron que todas las narices tenían en cierto modo una apariencia masculina vistas de frente, y que la visión de tres cuartos revelaba mejor el caballete diferencial.
La cara de las mujeres es más lisa que la de los hombres. Y no sólo porque sus músculos faciales son más pequeños, sino porque la grasa que los cubre los disimula mejor. Esto hace que sea más difícil detectar los movimientos faciales de menor importancia. Parece que el rostro del hombre posee una mayor movilidad, y algunos investigadores piensan que asociamos esto a la masculinidad, mientras a la feminidad asociamos la contención facial.
No existe una prueba del papel tornasolado para diferenciar el rostro de un hombre del de una mujer. Rasgos como la longitud de la nariz o la protuberancia de las mejillas se superponen en ambos sexos, y no son determinantes. Vicki Bruce, de la Universidad de Stirling, en Escocia, enmascaró partes de un rostro y comprobó la habilidad de los encuestados para diferenciar si pertenecía a un hombre o a una mujer. «Obtienes una armoniosa degradación», explica. «Si cubres las cejas, la habilidad no desaparece. Si borras información sobre la nariz y el mentón, la habilidad sigue sin desaparecer. Es como si el sistema humano utilizara todas las piezas.»
Además, un estudio demostró que la gente no sólo es hábil en separar los rostros en masculinos y femeninos, sino que clasifica sin dificultad la masculinidad o feminidad de un rostro, una tarea del todo distinta. O sea, que pueden decir: «Esta cara parece de un hombre, pero sé que es de una mujer». Percibimos aspectos del patrón masculino aunque concluyamos que es femenino.
Un grupo de investigadores pretendía fusionar numerosas variables faciales en una única fórmula que distinguiera entre rostros masculinos y femeninos. Aunque lograron cierto éxito, concluyeron que la gran lección de la empresa había residido en la dificultad para obtener un sistema de medición de ese tipo.
Fuente: http://www.tusquets-editores.es/lib_ficha_prn_lectu.cfm?Id=1178
Aunque todavía tengo dudas sobre el rigor y verdadero alcance de la morfopsicología, espero que arroje luz sobre esta y otras cuestiones. De momento, no he encontrado referencias al tema de las diferencias sexuales en la entrevista y en los extractos de otras obras anteriores que aparecen a continuación. Por lo demás, creo que al menos mi psique sí queda bien descrita atendiendo a las indicaciones que reproduzco. ¿La suya?.
LA CARA REVELA NUETRA PERSONALIDAD
La Morfopsicología intenta abrirse paso en el mundo académico desde años. En Francia ya ha llegado a la Universidad como disciplina; en España se imparten cursos pero sólo en una escuela privada de Barcelona por Julián Gabarre Mir, diplomado en Morfopsicología y Profesor Agregado de la Société Française de Morphosychologie, estando considerado uno de los mayores expertos del mundo.
Pues bien, Julián Gabarre acaba de editar en Flumen una obra que va a permitir a quienes no dominan la lengua de Moliere introducirse por fin en una disciplina a la que cabe augurarle un futuro prometedor. La obra -El rostro y la personalidad- es un excelente manual plagado de ilustraciones explicativas que hacen realmente sencilla y amena la comprensión de los fundamentos de esta nueva ciencia. Y por tal motivo quisimos hablar con él.
-¿Qué es exactamente la Morfopsicología?
-Porque la única parte del cuerpo que generalmente está siempre a la vista de los demás es el rostro y éste es, además, la parte morfológicamente más diferenciada del ser humano, la más delicadamente modelada, aquella en que la vida de la conciencia aflora y se refleja en él pudiendo ser observado por los demás. El rostro es, de alguna manera, la manifestación primaria del "yo".
-¿Desde cuándo existe como disciplina?
-Y si esta disciplina es ya tan veterana, ¿por qué no se imparte en las facultades de Psicología y Psiquiatría?
Muchas personas me consultan cuál es el fallo de su relación y se sorprenden cuando les hago ser conscientes de las tendencias naturales de ambos, causa de esa desarmonía.
-De ninguna manera: la Morfopsicología no es determinista. En el ser humano hay influencias genéticas, medioambientales, sociales, educacionales, nutricionales, afectivas... Ahora bien, si el medio ambiente nos cambia, la cara también nos cambiará; y si nuestro psiquismo cambia, nuestra cara cambiará. Eso está comprobado.
En cuanto a la persona de rostro retraído diré sólo que sus características son las opuestas. Pero hay que decir que no existe el retraído puro.
Los receptores sensoriales son, obviamente, los ojos, la nariz y la boca. Y nos dicen cómo administramos las energías que tenemos y cómo es nuestra comunicación.
FUENTE: José Antonio Campoy en Discovery Dsalud
Un experto morfosicólogo español sostiene que el rostro revela con exactitud los rasgos de la personalidad. Analizó las caras de cuatro colombianos y esto es lo que descubrió. Sólo con una foto de un rostro de frente y una de perfil, Julián Gabarre asegura poder deducir los rasgos sicológicos de una persona. Por eso a este español acuden cientos de empresas para que les ayude a escoger gerentes, empleados de confianza, futuros socios o por curiosidad, para conocerse mejor a sí mismos. Y al parecer no falla pues con este método ha elegido a cerca de 300 directivos de importantes compañías de su país, donde la morfosicología está de moda gracias a su libro El rostro y la personalidad.
Los pómulos anchos revelan necesidad de protagonismo, la boca y nariz grande, derroche, y nariz encorvada hacia los labios significa atracción por el dinero. "Es el sicoanálisis instantáneo", enfatiza Gabarre, cuyo exitoso libro llegará en algunos meses a Latinoamérica. Aunque la mayor parte de sus clientes buscan conseguir información privilegiada sobre los demás, el experto insiste sobre la gran utilidad de esta disciplina para el conocimiento propio. "Con la morfosicología adquirimos comprensión, seguridad, confianza y libertad. Nuestra propia cara nos informa de nuestras fortalezas y debilidades y nos señala el camino para mejorar nuestras relaciones y nuestro futuro".
Idealista e innovador.
“Este rostro, ligeramente retraído, tiene un tono energético global medio. Su zona dominante es la cerebral y, como los ojos están activados, la actividad mental es grande y es donde tiene los mejores recursos. Su frente se ensancha en la parte alta del rostro, lo que nos muestra que su potencial intelectual es alto, dominando la inteligencia abstracta e intuitiva, sobre la concreta que es media. Tiene la capacidad para ver y dar soluciones globales, y otros aspectos del rostro nos dicen que canaliza muy bien el pensamiento en acciones concretas, aunque al faltarle un poquito de vitalidad de base (mandíbulas de frente y de perfil), algunas de estas soluciones podrían quedarse sin plasmar y le podrían restar combatividad y determinación. El examen morfosicológico del señor Uribe nos dice que él es abierto y flexible a nivel de ideas y de planteamientos y algo idealista, con notable sentido de la innovación y espíritu de empresa. Para él es más importante ‘ser’, que ‘representar’ y ‘tener’. Su frente amplia e inclinada nos informa que es ágil en la comprensión, argumentación y rápido en elaborar la respuesta. No obstante, la vitalidad media le da muy buena capacidad para las relaciones interpersonales”.
Egoísta y materialista
“Este rostro, de tipo dilatado, muestra un tono energético medio. En la zona instintiva, las mandíbulas están indiferenciadas y muy carnosas, el cuello es ancho y corto y la nariz vista de perfil es algo aguileña, lo que nos informa que el instinto de adquisición es muy alto y que busca en todas sus relaciones el beneficio personal. Los ojos pequeños, la nariz estrecha y aguileña penetrando en la zona de los instintos y el labio superior fino, le convierten en un hombre nada generoso y bastante materialista que actuará con extrema dureza y de forma impositiva para conseguir sus fines. Su zona media (pómulos anchos y la nariz estrecha y aguileña) nos hablan de su gran necesidad de protagonismo y de ser querido, pero él no ofrece nada para ser querido. Por el contrario, será un hombre muy temido, por su extremada dureza”.
Obstinado y fanático
“Este rostro rectangular dilatado revela un considerable depósito de energía medio alto y que el nivel de actividad de esta persona está por encima de lo normal. Visto de perfil, la zona de los instintos en profundidad (longitud que va del mentón a la parte trasera del cuello) muestra que tiene un ‘motor de alta resistencia’ y que es muy perseverante en conseguir sus propósitos. Sin embargo, su frente abollada nos dice que a nivel de ideas es obstinado y algo fanático, y por lo tanto, poco flexible. Su lado izquierdo (pómulo) más retraído nos habla de un pasado deficitario en afectos de su entorno familiar, habiendo superado y sintiéndose más realizado y querido dentro de su entorno social y familiar actual”.
FUENTE: http://69.20.13.59/aspca/default.asp?frmSiteId=48&frmPaginaSiteId=1348&frmCOTId=4058
El rostro y la personalidad
¿Qué tiene que ver el rostro con el carácter y la personalidad? Pues ese es un dilema que ha interesado desde hace miles de años a filósofos, artistas y hombres de ciencia. Sepa que el padre de la medicina Hipócrates, estableció cuatro temperamentos básicos: sanguíneo, linfático, bilioso y nervioso, que aún se utilizan y también se les ha buscado relación con el tipo de rostro.
El arte de la lectura del rostro en China data de hace más dedos mil años y se le llama Siang Mien.
La literatura griega antigua es rica en descripciones de carácter vinculado a la fisonomía, por ejemplo, Homero en la guerra de Troya describe a sus héroes de esta forma: la magnanimidad de Héctor coincide con un aire serio, un cuerpo bien proporcionado, actitudes nobles y fieras; la cólera de Aquiles corresponde a ojos centelleantes, a rasgos viriles y vigorosos.
En Europa, durante la Edad Media y el Renacimiento hubo mucho interés por el tema. El gran Leonardo Da Vinci estudió la expresión muscular de las emociones en la cara.
Alberto Durero hasta se aventuró a establecer unos cánones de belleza, aunque basado en la mitología.
Hacia mediados de 1600, Charles Le Brun, mediante una teoría fisiognómica, intentó demostrar que existía una relación entre los rasgos del rostro, los estados anímicos que caracterizan la emoción y los movimientos de la sangre, lo cual afecta a los músculos faciales.
Algunos, incluso, han querido demostrar que las diversas tonalidades del rostro tienen que ver con las reacciones de los sentimientos.
ALGUNOS TIPOS DE ROSTROS
Mediante estudios realizados y análisis comparativos efectuados, se ha llegado a elaborar una especie de tabla de tipos de rostros. Veremos algunas características de ellos.
Los Apasionados: Los contornos del marco facial tienen mucho relieve. Se alternan los salientes que forman la mandíbula y los pómulos con los entrantes de las mejillas y las sienes. Boca bien cerrada. De temperamento conflictivo en el que predominan dos fuerzas vitales contrarias: expansión y conservación. Buena concentración e individualismo acentuado.
Los Sedentarios: Líneas alargadas dominan sobre las anchas, el rostro es largo, estrecho, boca pequeña, ojos unidos, hundidos y caídos. Pocas ganas de luchar, débiles, sedentarios. Muy sensibles y delicados. Necesidad de afecto y de principios rígidos. Distraídos.Los Impulsivos: Perfil angular con frente inclinada haciaatrás, las sienes y mejillas aplastadas, pómulos salientes, nariz prominente, boca grande y firme. Son dinámicos, audaces. Orientados hacia lo inmediato, de iniciativa, vigorosos. Falta de previsión y organización.
Los Inhibidos: Rostro estrecho, tipo triángulo u oval. Contorno huesudo y anguloso, poco carnoso. Tez pálida o aceitunada, labios apretados, fosas nasales semicerradas. Son de los que economizan vitalidad y la compensan viviendo muchos años. Poco afables y de escasa vida social, se encierran mucho en sí mismos. Individualistas e inadaptados.
Los Expansivos: Rostro redondo, ancho, líneas curvas y ángulos difuminados. Tez rosada o roja. Receptores sensoriales (ojos, nariz, boca) están abiertos indicando expansión. Ojos grandes, saltones y separados. Boca carnosa, tienen vitalidad abundante, son sociables y amables. Necesitan vida social y compañía. Impulsivos.
Los Reflexivos: Mandíbula mediana, barbilla poderosa proyectada hacia adelante. Pómulos poco salientes, nariz grande. Frente amplia, sienes aplastadas, ojos grandes, algo separados. Más estables que vivaces, ritmo reposado, dominio de si mismos. Prudentes, educados, organizados, reflexivos, método y lógica.
ROSTROS FAMOSOS
Honorato de Balzac: (El Pletórico). Tenía un contraste notable entre la parte baja del rostro (zona afectiva-instintiva y la superior, zona cerebral). Mucha corpulencia, cuello de toro, rostro ancho y carnoso, doble barbilla, mucha vitalidad física. Ojos separados y frente bien delineada. Todo refleja un tipo de expansión cerebral condominio imaginativo, facultades de observación, reflexión, intuición, pero también ardiente, apasionado, muy insertado en la vida social de su época.
Julio Verne: (Soñador). Mandíbula pesada, ángulo bien marcado, pómulos altos, ojos ligeramente hundidos, frente amplia, rostro que muestra en lo general cierta delicadeza. Muy idealista y cierta timidez, soñador, inventor y observador. Alguna incomodidad para exteriorizarse.
Mahatma Gandhi: (El Pacífico). Mucho predominio de la zona afectiva que refleja humanidad, además de sensualidad y ternura fuertes. Sienes estrechas y hundidas aportan visiones limitadas muy selectivas y dinamismo. La frente de altura moderada indica que no hay predominio de la imaginación, pero sí una elevación hacia lo espiritual.
Juan Pablo II: (El Enérgico). Su rostro es ancho y redondeado, destaca por su amplitud en la zona afectiva a nivel de los pómulos y por su firmeza en la zona instintiva con una mandíbula sólida y prominente que refleja mucho dinamismo y obstinación. Por lo contrario, la frente redonda, recta, cejas ralas, ojos y boca pequeña, indican introversión, vida interior rica, tendencia al aislamiento contemplativo. Zona cerebral amplia, temperamento que predomina la expansión cerebral.
Algún apunte más sobre el tema.
Dicen que la cara es el espejo del alma y, ciertamente, el primer contacto visual con otra persona es el que nos ofrece los datos iniciales acerca de su personalidad. Esa rápida impresión provoca actitudes tan definidas como atracción, repulsión o, simplemente, indiferencia. Son las características de la fisonomía, cuya ciencia, la Fisiognomía, desentraña.
Ya desde la antigüedad se observaron las diversas estructuras corporales que permitían reconocer ciertos caracteres definidos, así como predisposiciones a determinadas enfermedades mentales (lo que los médicos llaman temperamento). En cada rasgo físico puede hallarse una indicación del carácter, del mismo modo que cada indicación del carácter se refleja en los rasgos de la cara, en la forma de las manos, o en la escritura.
Con el estudio de las tres ciencias, Fisiognomía, o el estudio del rostro y del cuerpo; Quirología, o estudio de las manos, y Grafología o estudio de la escritura, se puede llegar a diagnosticar el carácter del individuo. Aquí nos centraremos exclusivamente en la morfopsicología de la frente, de la nariz, de los ojos y la boca.
LA CABEZA: una cabeza grande, frente pequeña triangular, indica un espíritu desprovisto de sentido. El hueso occipital comprimido, o más bien algo cóncavo, denuncia un espíritu débil, algunas veces obstinado y siempre limitado.
LA FRENTE, COBIJO DEL CEREBRO.
LA FRENTE: Tanto en la Fisiognomía antigua como en la moderna se puede juzgar por la forma y capacidad de la frente las posibilidades intelectuales de un individuo.
Cierto es que las facultades intelectivas de un ser no depende sólo de las dimensiones de su cráneo: debemos también considerar la complejidad de su cerebro, así como su cultura y su herencia genética, que también desempeñan un importante papel.
Frente ancha: nos indica grandes posibilidades de poder abarcar un número considerable de diferentes nociones. Es la frente de un ser sintético, dotado de una notable memoria, capaz de asociar ideas y extraer conclusiones. Este individuo está siempre dispuesto a examinar todas las ideas nuevas que se le presentan a fin de compararlas con las propias. Resulta fácil convencer a este individuo, siempre que se le sugieran horizontes desconocidos.
Frente estrecha: la frente estrecha corresponde a un individuo de espíritu analítico, de ideas brillantes y profundas, aunque las asocia con dificultad. Carece de orden y método, así como de habilidad manual. No se deja convencer con facilidad y, para ello, es necesario presentarle una idea nueva relacionada con los temas que le preocupen.
Frente alta: la frente alta indica el poder de transformar las sensaciones en ideas. De ello deducimos idealismo y sensualidad, serenidad del espíritu que juzga desde arriba. Con frecuencia lo vemos operando para satisfacer y ver triunfar la lógica, el ideal. Se le convence fácilmente si se emplean argumentos sólidos.
Frente baja: este individuo rechaza los pensamientos metafísicos y se siente inclinado hacia el utilitarismo. Indica voluntad, obstinación, cólera, y con mucha frecuencia, avaricia. Suele ir acompañado de un espíritu de iniciativa.
FORMAS DE LA FRENTE, VISTA DE CARA.
Ovalada: si la frente posee una forma ovalada, ello indica que se trata de un ser soñador, imaginativo, que raras veces se detiene en lo concreto; aunque este individuo se nos presente como un artista dotado de inspiración, como un poeta, su producción es escasa y obra guiándose por la intuición. Ama la independencia y es incapaz de someterse a cualquier disciplina.
Cuadrada: el individuo dotado de tal frente es un ser armonioso, juicioso, calculador y reflexivo, orientado hacia el lado práctico y positivo de las cosas. De él no podemos decir que dé rienda suelta a su imaginación y sueñe quimeras. Su carácter es duro y severo, pero demuestra poseer gran sentido del deber.
Trapezoidal (ancha en la parte superior): esta frente suele mostrar sienes abultadas; revela al artista que posee una imaginación creadora, aunque sus ideas pueden ser confusas. Si las sienes se presentan deprimidas denotan un ser con un espíritu sintético muy estrecho. Otras veces, la frente ancha y abultada en su parte superior denota un ser dotado de una tremenda mordacidad, con la que pone en ridículo a los demás.
Trapezoidal (ancha en la parte inferior): esta forma de frente nos presenta un individuo poseedor de gran habilidad manual: puede ser un técnico preciso y un fontanero mañoso. No carece de iniciativa y es un agudo observador; posee asimismo buena memoria.
LA NARIZ, CENTRO DE LA ZONA AFECTIVA.
La nariz es de gran importancia en el estudio de la fisiognomía. Se podrá efectuar con bastante exactitud el estudio psicológico de un sujeto basándose sólo en la nariz. El estudio de la nariz es también interesante por hallarse situada sobre las tres regiones de la zona afectiva.
La nariz estrictamente correcta debe tener una altura igual a la de la frente, con una ligera depresión en la raíz. Vista de perfil debe representar el tercio de su longitud. Como tal, se nos presenta de dos formas: la cóncava (o sea elevada o en trompeta) y la convexa (aguileña). Los sujetos que poseen una nariz cóncava son considerados tranquilos y sentimentales. Los que tienen una nariz convexa, se tienen al contrario por tipos nerviosos y espontáneos.
Nariz larga: la nariz larga denota un individuo con pasiones serenas, con predisposición, a veces, a la esquizofrenia, pero con una vida interior muy intensa. El sujeto poseedor de nariz larga puede desempeñar trabajos que necesitan reflexión, paciencia y perseverancia.
Nariz demasiado gruesa: denota una personalidad inclinada al egoísmo, bien en la forma sexual o en sus afectos.
Nariz pequeña: esta nariz pertenece a una persona impulsiva, impaciente, colérica, con frecuencia caprichosa. Es un ser que no analiza demasiado sus impresiones.
Nariz convexa: esta forma de nariz pertenece al ser activo, ambicioso, apasionado.
LOS OJOS, DOS VENTANAS ABIERTAS.
Los ojos se hallan situados en la división ternaria de la cara, en la región ideal de la zona afectiva; por ello podemos deducir que son importantes las indicaciones que nos dan sobre el valor de estas cualidades.
Los ojos que están situados normalmente deben presentar entre sí una separación de 31 milímetros.
Ojos de separación superior a lo normal: indica aptitud para reconocer sin esfuerzo las fisonomías, así como para estudiar las cosas concretas; optimismo debido a la satisfacción de representarse con facilidad al mundo exterior, teniendo la sensación de dominarlo.
Ojos de separación inferior a lo normal: esta posición de los ojos indica pesimismo, tristeza e inestabilidad.
Ojos saltones: indican una mente tardía en elaborar pensamientos, buena memoria para las fechas y los hechos. Si, al mismo tiempo, la conjuntiva muestra pequeños granitos de grasa, ello indica cierta debilidad intelectual y dudas morales.
Ojos hundidos: indican una disminución de la vitalidad. Suelen presentarse en el tipo nervioso, siempre alerta para su defensa, indican voluntad y tozudez, introvertido, acostumbrará ser un tipo silencioso, taciturno y melancólico. Las penalidades suelen hundir los ojos.
FORMA DE LOS OJOS.
Ojos grandes: los ojos que están bien abiertos y son armoniosos indican una propensión hacia la espiritualidad elevada, una naturaleza positiva, soñadora, poética, dada a pasiones ideales y abstractas.
Ojos demasiado grandes: indican exaltación del espíritu, así como temor intenso.
Ojos pequeños: estos ojos indican un espíritu constructivo, una naturaleza activa y emprendedora, voluntad e inquietud intelectual.
LO QUE DICE LA BOCA.
La boca ocupa las dos regiones superiores de la zona instintiva: la de la sensibilidad y la sensualidad. Podemos decir que, en conjunto, representa los instintos superiores, reflejando nuestras emociones, sentimientos y nuestros odios.
Si la boca se nos presenta dibujada armoniosamente, ello es indicio de equilibrio instintivo; mientras que una boca irregular, mal dibujada y gesticuladora, puede pertenecer a un ser dominado por las pasiones, o a una persona que ha padecido muchos sufrimientos. Existe un proverbio chino que dice: 'Mira la frente de un hombre para saber lo que será y su boca en estado de reposo para saber lo que ha sido'.
LINEA DE LA BOCA.
Línea recta: si la boca está bien dibujada, es indicio de equilibrio.
Línea con las comisuras bajas: indica pugnas entre la espiritualidad y los instintos, así como amargura y tristeza.
Línea con las comisuras elevadas: anuncian alegría, buen humor, picardía, presunción y pedantería.
Cuando la boca es un poco saliente, ello revela mal humor y del individuo que observa. La boca carnosa y saliente revela asimismo a los profesionales de la palabra que se hallan siempre dispuestos a hablar.
El labio superior más grueso que el inferior es indicio de bondad, de dulzura, pero asimismo de inteligencia ilimitada, de donde deducimos que esta forma de labio es característica del temperamento linfático. Si, al mismo tiempo, el borde del labio parece vuelto hacia atrás, podemos decir que el individuo será un sujeto ambicioso, amante de la popularidad.
Si el labio inferior es más grueso que el superior y caído, indica disminución de la vitalidad, bondad, sensualidad.
Los labios entreabiertos revelan un carácter poco combativo. Los labios gruesos denotan la materialidad del instinto sexual; los apetitos gobiernan al espíritu. Carencia de moralidad.
Cuando la boca está hacia dentro, puede ser indicio de astucia y de envidia.
Los labios cerrados, afectación, vanidad. Si los labios están apretados y crispados, revelan un carácter muy enérgico, duro. Los labios blandos denotan debilidad. Cuando apenas se distinguen las comisuras, es señal de orden y sangre fría. Los labios mordisqueados, denotan un carácter angustiado, inquieto.
Estas son algunas de las características y sus significados, que cualquiera puede evaluar con la simple observación, aunque la complejidad del ser humano seguirá siendo siempre un misterio. gracias y ya sabesi ,besos para todas y un abrazo para todos.
FUENTE. Escrito por: Casanova el 19 Ago 2007 - URL Permanente
Tambien aparece mucha información en
http://www.elmundo.es/suplementos/magazine/2006/356/1153241611.html
Finalmente otro ejemplo:
FERNANDO ALONSO OVIEDO, 29 de julio de 1981.
“Es un rostro joven en el que aún faltan por desarrollarse aspectos importantes de la personalidad que se orientarán hacia un camino u otro en función del entorno. Por la forma de su cara, se trata de una persona que tiene un carácter medianamente abierto. En el conjunto del rostro dominan la parte cerebral y la instintiva sobre la sentimental. Su frente de tipo solar (se ensancha en la parte superior) habla de una persona con una inteligencia global, muy intuitiva y con gran capacidad de síntesis. Ojos grandes y protegidos, cejas pobladas, rectas y pegadas a los ojos, las mandíbulas anchas y el mentón sobresaliente...
Este conjunto de rasgos transmite que Alonso es una persona con mucha energía y que, además, la administra equilibradamente. Posee una inteligencia abstracta, concreta e intuitiva. Tiene una destreza especial para resolver problemas aportando una solución global, estratégica y adaptada a la realidad. Los ojos, las cejas, la forma de los superciliares –los arcos óseos que están encima de las cejas– como una “quilla de barco”, y las orejas, más inclinadas en proporción a la verticalidad del rostro, informan de su rapidez a la hora de tomar decisiones y de su habilidad para simultanear la concentración con la capacidad de reacción.
Competente para hacer frente a situaciones de riesgo, en su personalidad alterna el uso del freno (autocontrol) y del acelerador (frenesí). Que su zona instintiva (la mandibular) esté en expansión, unido a un cuello muy desarrollado y a las cejas pobladas son síntomas de que la seguridad en sí mismo es alta, salvo en el terreno afectivo-sentimental y relacional (con pómulos retraídos) su punto más vulnerable.
El convencionalismo y el politiqueo no son su fuerte. No es una persona de dobleces porque su cara transmite lo mismo vista de frente (el frontal informa de su semblante social) que de perfil (que refleja su comportamiento en la intimidad). Sería un buen directivo por su pericia a la hora de resolver conflictos porque no se deja influenciar por los sentimientos y porque dedicará prácticamente todo su tiempo a que la empresa consiga sus fines.
Frente: Inteligencia global, muy intuitiva y con gran capacidad de síntesis.
Mandíbula: Denota una seguridad en sí mismo muy alta.
Pómulos: Inseguro en el terreno afectivo, sentimental y relacional.
Superciliares: Rápido a la hora de tomar decisiones y con gran capacidad de reacción.
Ojos: Tiene mucha energía y la dosifica equilibradamente.
8 comentarios:
alonso es GAY!
juasjuas
lo mejor el comentario...
qué pavada!!!! esto es como el horóscopo pero con más pretensiones.
Podeis encontrar más información y otros análisis en
http://demorfopsicologia.blogspot.com/
:)
Me parece muy buen articulo apesar de que hay cosas meramente especulativas seria realmente interesante profundizar y llegar a una conclusion de la complejidad del ser humano por que hay gente tan idiota y tan interesante que podriamos saber como son con ver su escritura,su cara o su tono de voz a nivel criminolistico se usa para saber el perfil de los perfectos imbeciles y psicopatas como los que escriben comentarios fuera de lugar.
vaya que es interesante la materia, pero siendo un metiche y pediche, habria alguna posibilidad de que pusieras imagenes que ayudasen a la comprension de las caras y los ojos , sí, puede ser molesto para quienes identifican bien las formas de las caras, pero imagina que soy nuevo en el mundo y no conozco las formas) gracias por compartir los conocimientos
Muy interesante aunque quizá poco científico.
En arte hablamos de las proporcines y no de los centímetros; así, los ojos no tendrían por qué tener una medida de separación de 31 milímetros, sino la misma que el tamaño de uno de ellos. Ojos pequeños, poca separación; grandes, mucha
Hola!
Solo puedo agradecer a Don Julián Gabarre la ayuda recibida. Aun tengo el vello erizado.
Una sola visita vale por años de Psicólogos.
Saludos
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