domingo, marzo 09, 2008

Matriarcado, matrifocalidad, babuinos y dominio de las hembras.

Mucho han especulado los/as antropólogo/as sobre la existencia o no de matriarcados, sin haberse encontrado hasta la fecha ninguna evidencia sólida que la avale, todo lo más que ha podido constatarse es la matrilinealidad (y la matrilocalidad[1]) en algunas sociedades como las de los indios iroqueses, en las que sin duda el protagonismo de las mujeres es mucho mayor, pero en las que estrictamente no se puede hablar de dominio sobre los hombres, porque la figura del tío materno es determinante. En todo caso de lo que tenemos más experiencia en nuestro entorno es de la matrifocalidad que ha consagrados sorprendentemente nuestra “avanzada” legislación en los casos de separación y divorcio, reduciendo al padre al papel de simple proveedor y presencia ocasional.

¿Cómo sería una sociedad matriarcal? No excluyo las situaciones transitorias de matriarcado en el futuro. De hecho, hoy proliferan los escenarios en los que durante algún período los hombres ocupan una posición subordinada. Sería interesante estudiarlos.

Por cierto, el estudio de las conductas de primates matrilineales como los babuinos permite establecer sugerentes paralelismos con los entornos femeninos humanos, como ha hecho el neurobiólogo Robert Seyfarth. Reproduzco el artículo sobre el tema que se publicó en El País.


"La sociedad de los babuinos es digna de Jane Austen

JACINTO ANTÓN EL PAÍS 5-3-2008

Impecablemente trajeado y de una seriedad amedrentadora incluso cuando pica unos cacahuetes, Robert M. Seyfarth (Lake Forest, cerca de Chicago, 1948) no parece un individuo que se pasa la vida observando monos y que no hace mucho se salvó por los pelos de un león quisquilloso. Psicólogo y primatólogo, Sey-farth es autor, con su mujer y colega Dorothy L. Cheney -con la que ha estudiado durante años a los babuinos de la reserva de Moremi, en el delta del Okavango (Botsuana)-, del apasionante Baboon metaphysics (University of Chicago Press, 2007). Desayunamos dos sobrios botellines de agua y un platito de cacahuetes. No hay que esperar las efusiones que provoca la buena mesa. La metafísica del babuino... vaya. "El título proviene, claro, de la frase de Darwin: 'Quien entienda al babuino hará más por la metafísica que Locke'. Nuestra investigación ha partido de preguntarnos qué pasa por la mente del babuino cuando contempla al centenar de miembros de su grupo. Hemos descubierto que entienden a la perfección las relaciones sociales en que están inmersos: ésa es su metafísica". El análisis de las deposiciones de los monos, explica el investigador -afortunadamente, el desayuno no ha sido copioso- proporciona datos esenciales sobre el estrés y la ansiedad social.

¿Por qué los babuinos? Parecen de menos enjundia que los grandes primates. Seyfarth, 15 años conviviendo con esos monos ásperos, no parece molestarse por la desconsideración. "Los babuinos son los primates más exitosos de África, y los más fáciles de observar. Forman grandes grupos, compuestos de familias matrilineales, y sus relaciones son extremadamente sofisticadas, especialmente entre las hembras. Éstas desarrollan lazos muy estrechos, con una escala jerárquica muy rigurosa, en la que cada una tiene una posición reglamentada que depende del parentesco". Seyfarth compara a las hembras babuino con los personajes de Jane Austen. "Sí, en la sociedad babuina, mientras el éxito en el mundo de los machos está determinado por el sexo, la lucha y la postura, en el de las hembras depende de la familia, la red social y la intriga, un universo muy embrollado, en el que moverse socialmente requiere mucha habilidad".  

Orgullo y prejuicio en el Okavango; Sentido y sensibilidad con despiojamiento. "Las hembras conocen al detalle su posición, su rango, en ese complejísimo orden social, lo que implica, creemos, incluso una cierta autoconciencia, lo que William James llamaba sentido del ser social".

Y todo esto, ¿a nosotros qué nos importa? Seyfarth se agita en la silla. "Creemos que la competencia social tiene un papel grande en el proceso evolutivo y que nuestra mente evolucionó porque la de nuestros antepasados lejanos estaba orientada para resolver problemas sociales. La hipótesis es que fue un proceso en dos etapas: la mente evolucionó para afrontar problemas de complejidad social, como los de los babuinos, y luego volvió a evolucionar para resolver problemas tecnológicos".

En una vida de estudio entre los babuinos habrá momentos difíciles. "Una vez tropecé con siete leones. El más grande empezó a seguirme. Llegué a un árbol solitario y me subí a sus ramas, oía al león a mi espalda hasta que el animal no pudo ascender más. Unos días después llevé hasta allí a unos amigos, y ninguno conseguimos trepar al árbol. ¡Con lo fácil que fue con el león detrás!".

Más información en: http://www.elmundo.es/suplementos/natura/2007/19/1194649212.html

Sobre matrifocalidad, es muy interesante el artículo de Manuel Delgado:
LA MUJER FANÁTICA.MATRIFOCALIDAD Y ANTICLERICALISMO EN ESPAÑA
http://www.publicaciones.cucsh.udg.mx/pperiod/laventan/Ventana7/ventana7-3.pdf


[1] Matrilinealidad es una forma de filiación unilineal que determina el parentesco a través de las mujeres, es decir, los hijos e hijas reciben por adscripción un nombre, unos privilegios, una pertenencia a un grupo de parentesco, etc. por línea materna. La matrilocalidad es una de las pautas de residencia después del matrimonio y se refiere al establecimiento de residencia junto a la madre de la esposa. Existe una estrecha relación entre matrilinealidad y matrilocalidad (aunque con tanta o mayor frecuencia se da la relación entre matrilinealidad y avuncolocalidad), pero esas sociedades así caracterizadas, en las que la posición social de las mujeres es efectivamente relevante, no responden al esquema de lo que se considera matriarcado. FUENTE: http://www.uned.es/341060/consultas.htm

1 comentario:

Anónimo dijo...

Recién descubierto este blog tiene muy buena pinta. Ánimo con él!